Sentencia contundente para el promotor ganadero que vertió purines en la cueva de El Pindal

A la pena de prisión se suma una importante multa económica y de inhabilitación
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photo_camera Foto: Gobierno de Asturias.

La jueza del Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo no ha dudado en condenar de forma rotunda al único acusado, el promotor de la explotación, por el vertido de purines realizado por una finca ganadera a la Cueva de El Pindal. Además de los seis años y tres de meses de cárcel que solicitaba la Fiscalía, el único culpable de este juicio tendrá que abonar 25.200 euros en concepto de multa y se enfrenta a una inhabilitación para la promoción o construcción, además de para su actividad ganadera, de dos años.

Para esta magistrada, el ya culpable ha cometido cuatro delitos contra la ordenación del territorio, los recursos naturales y el medio ambiente; de desobediencia y, quizás el más importante de todos, contra el patrimonio histórico, dado que este yacimiento arqueológico está declarado Bien de Interés Cultural y forma parte de la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco desde 2008.

En la sentencia, se hace especial hincapié en el argumento presentado por la Fiscalía de que el citado ya culpable carecía de licencia de actividad para la explotación, que había sido denegada por la administración por estar situada en el entorno de protección de la Cueva de El Pindal. Se deja constancia, además, de que la única licencia municipal que tenía concedida databa de 1995 y se ceñía únicamente a la construcción de cobertizos y comederos. 

También se refleja en la sentencia que las obras que realizó para modificar la cuenca del arroyo La Llongar fueron, en gran medida, las culpables de que en octubre de 2019 y como consecuencia de las fuertes precipitaciones se provocara un vertido de materia orgánica en la cueva. A pesar de los intentos del acusado durante su comparecencia de apuntar directamente a otros ganaderos, para la jueza que ha instruido el caso no hay duda de la relación existente entre esta explotación y «el drástico cambio en la microbiología de la cueva».