Sube la Marea (I)
Tras minutos de silencio, nos miró y nos dijo: “Cuando empecé a trabajar era la persona más feliz del mundo. Me encantaba mi trabajo. Luego seguía y veía algo por aquí, algo por allá. De repente vas hilando cosas y te das cuenta de que lo que pasa es que estas en un pozo de mierda y cada vez te cavan más hondo. Y los jefes que te rodean, intentan arrimarte a ello. Lo fácil es no decir nada y mirar a tu ordenador. Todos lo hablábamos a la hora del café, pero volvíamos y no abrías la boca. Decir algo tiene un coste, te ningunean, te insultan, te expedientan, te persiguen. Podría haber cobrado y que no pasara nada. Tal vez, pero, ¿y mi conciencia?”. Era una reunión con uno de los funcionarios que colaboró con la justicia en el caso Marea, cuyo juicio acaba de comenzar. Hastiado, nos contó su caso. Se armó de valor y denunció la corrupción en una consejería cuyo fraude ya supera los 5 millones de euros. Sin embargo, buscar justicia no le convirtió en un héroe sino en un paria para su administración.
Parecía que la impunidad iba a durar para siempre. Y cuando menos te lo esperas, la presión social hace que suba la marea y, poco a poco, consigue juzgar a algunos de los responsables, como el ex consejero de Educación, José Luis Iglesias Riopedre, para el que se pide 10 años de cárcel. En este caso se juzga también una parte oscura del pasado de Asturias: ¿Tendríamos a niños en barracones, despidos de profesores o centros educativos en el medio rural desmantelados si no se hubiera presuntamente dilapidado fondos públicos en comisiones, pagos a funcionarios y empresas amigas? Parece que pronto lo sabremos.
Daniel Ripa, Diputado Regional de Podemos