Más de 100 millones de litros de Amieva nutrirán el Sella para el Descenso Internacional

Esta práctica se lleva realizando desde 1989
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No hay amante del Descenso Internacional del Sella que no mire el río con cierta preocupación en estos días. El "hay poca agua" es el comentario generalizado entre los vecinos de los concejos de Cangas de Onís y Parres. Algo que no debe preocupar a nadie ya que, desde 1989, el Sella se nutre en la madrugada previa a la celebración de la prueba con las aguas amievenses del Dobra. Una práctica habitual que, a pesar de no ser tan conocida como los versos de Dionisio o el famoso cañonazo de la salida, permite hacer de la competición una justa para todos los participantes. 

Y es que cada madrugada previa al Descenso Internacional del Sella, el agua del embalse de la Jocica se turbina desde la central del Restañu hasta Camporriondi para abrir compuertas al río al que todos miraremos mañana. «Desde que se arranca el Restañu a medianoche, pasa una hora antes de que el agua llegue a Camporriondi», explica a este medio Sergio Herrero Blanco, encargado de la zona Norte de Altano Hidro (antigua Navarro Generación), «y desde ahí se vierte al Sella con un caudal de 4.000 litros por segundo». Una cantidad de agua que supone la friolera de 115 millones de litros a lo largo de toda la noche, la plena carga de la central de Camporriondi, para hacer crecer el río entre 15 y 17 centímetros de altura. «Llevamos guardando agua 15 días en la Jocica para poder turbinarla el día de Piraguas», asegura Sergio Herrero, «pero mañana, en la zona de la salida, el río tendrá en torno a 17 centímetros más de lo que tiene hoy». Una práctica que, más allá de dar vistosidad a la carrera, hace que todos sus participantes compitan en las mismas condiciones. 

Los pescadores, la inspiración para esta práctica

La idea de desembalsar agua de Amieva en el Sella no es nueva. De hecho se lleva realizando desde 1989, año en el que el entonces encargado de la central, Juan Carlos Pérez Tereñes, tuvo una conversación al respecto con Emilio Llamedo. «Milio me preguntó si cabía la posibilidad de soltar agua al Sella», nos cuenta Pérez Tereñes, «lo estudiamos y así lo hicimos desde entonces». Juan Carlos, parragués y Sellero, tiene el mérito de haber sido el primero en poner en marcha lo que ya es una tradición aunque también reconoce que, realmente, la idea vino de los pescadores de la zona. «Ellos notaban cuándo arrancábamos la central porque el río se movía», comenta, «dicen que cuando el agua sube o baja, los peces se mueven; así que realmente estaban al tanto de que el agua que desembalsábamos tenía un efecto sobre el Sella». Inevitable preguntarle si Navarro Generación puso en algún momento un impedimento para esta práctica que, a la hora de la verdad, supone una pérdida de facturación para una eléctrica. «Nunca puso un impedimento. Al contrario: siempre estuvieron muy orgullosos de ayudar a la fiesta». Una tradición que se conserva hoy también, a pesar de que Altano Hidro ya no tiene esa vinculación sentimental con la zona que sí tenía la familia Navarro. 

Y es que el compromiso de Amieva con el Descenso Internacional del Sella es absoluto a pesar de que, como declara su alcalde, Carlos Salazar, «durante muchos años no aparecíamos en el cartel, ahora sí está nuestro escudo». Algo que no ha impedido nunca que las aguas del Dobra hagan la fiesta del Sella más equitativa para todos sus participantes porque, tal y como asegura Salazar, «nosotros apoyamos y ponemos nuestro grano de arena».