Algún “troglodita” –o faltosu– se cargó el columpio adaptado del parque infantil situado junto a la Piscina Municipal de Cangas de Onís.
El columpio adaptado se había instalado en diciembre de 2015, y se había adquirido con parte del dinero que la empresa de animación sociocultural Fusión había recaudado aquel verano con la venta de las camisetas entre los niños que participaron en el campamento. Fusión y la Asociación Emburria, que trabaja por la integración y/o normalización de las personas con discapacidad intelectual inauguraban entonces un columpio que permite –o permitía– que muchos niños disfrutasen de una práctica que no pueden hacer en los columpios habituales.
Operarios municipales retiraban hoy el columpio para que Emburria pida las piezas especiales que rompieron los cafres de turno. La Asociación ya ha contactado con la empresa que fabrica el columpio, que repondrá la pieza rota sin coste alguno, apuntan desde Emburria.
Este no es el primer desperfecto del columpio, al que le quitaron el arnés de sujeción hace dos años, y esa reposición tiene un precio de 350 euros, «estamos valorando si ponerlo o no, porque sabemos que una vez repuesto durará poco».
Imagen del día que se estrenó el columpio adaptado
Botellón y juerga
El parque infantil cangués donde estaba el columpio adaptado suele ser lugar habitual de juerga para adolescentes, con las hormonas en ebullición, lo que termina pagando el mobiliario urbano y también el mobiliario de juegos del único parque que tienen los más pequeños, hasta 6 años, para jugar.
En los últimos tiempos también suele ser lugar para hacer botellón.
