La capital piloñesa acoge la VI edición del Concurso de Sidra Casera, que vuelve a convocarse después de tres años de parón y que organiza la Asociación de Sidra Casera de Piloña, con el apoyo del Ayuntamiento piloñés y Caja Rural de Asturias.
Hoy sábado se seleccionan las 12 sidras finalistas
El domingo, a las 11 horas, darán comienzo los actos del VI Concurso sidrero con un pasacalles animado con un carro de vacas, música tradicional, reparto de sidra y la participación de una delegación de Ribadesella, que es el concejo invitado este año.
A las 12 del mediodía dará el pregón la cantante Mina Longo y, a continuación, se disputará la final del VI Concurso de Sidra Casera de Piloña entre las doce mejores sidras seleccionadas el sábado. Luis Sariego, presidente de la Asociación apunta que «este año se han inscrito bastantes llagareros nuevos y eso es muy positivo, ya que significa que se mantiene la tradición, que la labor de la asociación está dando sus frutos y que esta fiesta motiva a los elaboradores». Sariego abunda que «Piloña es uno de los concejos productores de manzana más importantes de Asturias, con una calidad del fruto excepcional debido a su orografía y a su terrero, entre otras cosas, y eso se refleja en la cantidad de llagares caseros que hay».
Los que no se pierdan esta cita podrán degustar todas las sidras que participan en el concurso, bastará adquirir el vaso conmemorativo del certamen, por cuatro euros, y recorrer los puestos donde estarán los diferentes lagareros locales.
Otra de las novedades de esta año es la parrilla de costillas, pollo, chorizo criollo y arroz con leche que se podrá degustar por 20 euros.
Piloña, municipio sidrero
La Asociación de Sidra Casera de Piloña nació en 2016 con vocación de promocionar la sidra natural y su modo de elaboración tradicional en los lagares no profesionales. El colectivo persigue fomentar y preservar la tradición de elaborar sidra en casa en la zona rural de Piloña, que en muchas ocasiones es una costumbre heredada de los antepasados. El municipio piloñés tuvo un importante pasado sidrero, pero que se ha ido perdido. De hecho, sólo queda un lagar industrial; por lo que es aún mayor el empeño de la asociación en que la cultura de la sidra no se pierda en los pueblos y una forma de conseguirlo es premiando y reconociendo la labor que realizan estos lagareros no profesionales.
