Es probablemente una de las hijas más conocidas del concejo y, precisamente por eso, Peñamellera Baja aprobó por unanimidad el nombramiento de Sor Ángela Gutiérrez como Hija Predilecta de su concejo natal. Una forma de reconocer la trayectoria de una misionera que lleva más de 30 años dedicados a cuidar de enfermos mentales en la República Democrática del Congo.
Sor Ángela, Ángela Gutiérrez Bada, es miembro de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús y centra su labor no solo en proporcionar atención médica a estos enfermos sino, también, a romper el estigma que en este país africano hay en torno a las enfermedades mentales para lo que ha fundado dos centros en los que se atiende anualmente a más de 40.000 personas en régimen ambulatorio además de aquellos internos que estas religiosas acogen y recogen de la calle.
A toda esta labor se suma que también trabaja en la cárcel de Makala con enfermos mentales. Una trayectoria vital por el que ha sido propuesta por el personal de la Embajada de España en Kinshasa al Premio Princesa de Asturias a la Concordia en reconocimiento a toda una vida dedicada a cuidar de los demás incluso habiendo vivido, ella misma, una grave enfermedad. «Su trabajo sirve de ejemplo para demostrar que es posible cambiar la actitud de los responsables políticos y sanitarios», reza el escrito remitido por la Embajada a los Premios Princesa, «y la mentalidad de la sociedad en general para prevenir y tratar las enfermedades mentales, eliminar la estigmatización y la discriminación de quienes la sufren, humanizarlos y dignificarlos para lograr su reinserción en la sociedad».
Esta religiosa, con la que el Ayuntamiento de Peñamellera Baja colabora de forma regular, también ha sido reconocida con el Premio Anesvad por toda una vida dedicada a la salud mental también desde el punto de vista institucional, ya que trabaja activamente para cambiar políticas sociales relacionadas con ella en el país africano.
