Teresa Peláez Vega preside la Asociación de Familiares del CPR de Arriondas

«En la Residencia de Arriondas no se trata bien a los mayores, no hay maltrato, pero sí mala praxis»

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photo_camera Teresa Peláez.

Teresa Peláez Vega encabeza la nueva junta directiva de la Asociación de Familiares del CPR de Arriondas, que tomaba posesión el 17 de junio con un objetivo muy claro «preservar los derechos de los residentes y trasladar la residencia a la calle, porque es un servicio que debe formar parte de la sociedad de Parres y no estar aislad, aquello no es una cárcel», asegura.

– Dice usted que el objetivo es preservar los derechos de los residentes, ¿es algo que no está ocurriendo ahora?

–  Los mayores que llegan a la Residencia de Arriondas, y esto es algo que vemos muy a menudo, sufren un tremendo shock a las semanas de estar allí, porque no se respeta el modo de vida que tenían ni su independencia y pasan a tratarlos, en unos casos como si fuesen niños, que no lo son, y en otros como a muebles. Nosotros lo que pedimos es que los residentes sigan sintiéndose dueños de su persona, cosa que ahora mismo no ocurre.

Aparecen pastillas en el suelo, señal de que no hay celo a la hora de asegurarse que toman las medicinas. Muchos trabajadores fuman en la residencia

– Eso que dice es muy duro, ¿hay maltrato?

– No, no hay maltrato, pero sí mala praxis, algo que constatamos día a día los que estamos dentro. Y digo mala práxis tanto en el trato que se dispensa, como en el día a día de la residencia. A los mayores se les cambia de habitación sin contar con ellos y sólo pensando en la carga de trabajo que haya en cada planta. Muchos trabajadores fuman en las instalaciones, algo que está absolutamente prohibido. Aparecen pastillas por el suelo, señal de que no hay celo a la hora de asegurarse que toman sus medicinas, y esto no es algo que ocurra de cuando en cuando, es algo muy habitual. Sigue sin haber servicio de peluquería...

– ¿Han hablado con la dirección del centro?

– Sí, le hemos pedido implicación y que se den cursos de Atención centrada en la persona a los trabajadores porque es fundamental cambiar el modelo de atención que ahora se presta en la residencia. Hay que terminar con el desempoderamiento y la falta de humanidad.

– ¿Y cómo se abre la Residencia a la sociedad?

– Empezando por la asociación, que es de familiares, pero puede formar parte de ella cualquiera, los que tengan familiares allí, los que los hayan tenido, los que los vayan a tener, o los que se vean en un futuro como residentes. Mire desde que tomamos posesión como junta directiva sólo podemos dar las gracias por la colaboración que hemos encontrado en Arriondas y me gustaría personalizar en los que no han dudado cuando les hemos solicitado ayuda o un servicio, como las peluquerías: Maricarmen, Mari Paz,  la Pelu de Mari, Fernando Soto y Paulino, que han ofrecido sus servicios al precio que los mayores pagaban en la residencia cuando había ese servicio. Los residentes celebraron El Bollín con la colaboración de la Confitería Campoamor y La Sociedad La Peruyal, que donó pañuelos. Para Les Piragües contaron con collares del colectivo Parres-Kinsasa y el Día de Asturias tuvieron pastas de Campoamor. Este verano también hubo una sesión vermú gracias al Camperu y Tasca y Maya.