Opinión

Caja Rural abierta a todos

No puedo escribir ni una sola palabra de la Caja Rural sin acordarme de un hombre que apoyó desde el inicio a este SU Periódico. Se llamaba Salvador Fuente, hombre bueno, sencillo, y que en la Caja Rural era el genio que movía toda la publicidad  con escasos recursos. Tampoco me olvido de Fernando González ex Director de la Caja Rural de Cangas de Onís, un trabajador empedernido y muy buena persona. Él fue el que estudió mi primer crédito, y lo concedieron.

Y es que aquel anuncio de dos módulos que decía “Caja Rural abierta a todos”, que todas las semanas estaba ahí en EL FIELATO, a mi me sabía a gloria.

Pero voy a más. Tiene usted entre las manos este SU Periódico gracias a Caja Rural, pues las gracias podrían haber venido de la “Gran Caja de Ahorros” hoy en extinción total. Pero no solo no vinieron, es que ni se dignaron a decir el motivo de despreciar la operación crediticia. Estaba al frente de la dirección de zona, el hombre más ruín, mezquino y abyecto, que he conocido en mis casi 68 años. Ni lo nombro, para no hacer publicidad de tal impresentable. Todos los años, con extrema chulería, me llamaba a su pomposa oficina de Arriondas, para decirme que iba mal, que los números iban mal, que si tal, que si cual y que la línea de crédito no la podría dar.

El día que gracias a las malas artes del economista de Salas Manuel Menéndez, se dio la puntilla a la Caja de Ahorros de Asturias, este fulano citado sin nombrar, ya andaba dando vueltas en bicicleta por su Villaviciosa natal con una supongo excelente paga mensual.

Este fulano de la extinta Caja de Ahorros, junto con otro cura de Navia ––un sátrapa con título, que sigue sermoneando por Oviedo–– fueron las peores personas que me encontré en toda mi vida.

Pasados los años, este sujeto de la extinta Caja de Ahorros, citado anteriormente sin nombrar, teniendo la misma cara dura de siempre se acercó a mi despacho en la dirección de EL FIELATO, para presentarme al director de la Asociación Cultural de Cubera Etelvino González Q.E.P.D.,  y ver si el echaba una mano en no me acuerdo qué asunto.

Me pierdo y vuelvo a la Caja Rural, siempre al lado de las gentes de campo, hoy ferozmente atacada por los lobos; las brutales subidas de combustibles y el nulo precio de sus productos, así como  una inoperante clase política, que como nada le duele, nada arreglan. Ellos con sus 60/100.000 euracos anuales y echar arengas varias en diferentes lugares, creen que ya cumplen. Les pongo un ejemplo de la clase política: usted  ––amadísimo parroquiano–– seguramente tuvo que ir al dentista o al galeno de turno. El profesional de la medicina le preguntará que qué le duele. Y si usted responde, no, no me duele nada…. el dentista o el galeno le dirán: pues tire pa casa y deje de dar la tabarra.

Pues a los políticos nada les duele, salvo los 60.000 euracos y de ahí para arriba que cobran tan ricamente. Y como nada les duele, dejan “robar la Caja de Ahorros a los Asturianos”, le dan un pastizal y ahora la extinta caja de Ahorros de Asturias, después Liberbank y ahora Unicaja no tiene nada que ver con la Caja de Ahorros de Asturias. Unicaja está mandada mayoritariamente por el Andaluz Manuel Azuaga, que debió de aprender mucho cuando prestó sus servicios en la caja Rural de Málaga y donde el ínclito Manuel Menéndez ejerce de mandatario menor, pero sigue viviendo como un monarca. Concluyo:

Yo soy socio de la Cooperativa de Crédito de Caja Rural, no me acuerdo si tengo dos o tres títulos, pero lo que si se  es que la Caja Rural está abierta a todos. ¿Qué miento?

Vayan a Pola de Somiedo donde el Liberbank/Unicaja de Manuel Menéndez, cerró la única sucursal del pueblo  dejando a las buenas gentes Somedanas abandonadas. Pero mi Caja Rural abrió una nueva oficina  en Somiedo, no echó a un solo empleado en estos últimos años (que yo sepa), no está empufada y a la gente mayor como yo nos ayudan  en todas las cosas bancarias. Y sí, escribo MI Caja Rural, porque una pequeña parte de ella es mía.

Al cura de Navia ejerciente por Teatinos. No le escribo en rima. De hacerlo ya le diría lo que me tocaba los huev…. Al calvoreta de la bici que rueda por Villaviciosa, que le vaya bonito y que ponga un faro destelleante en la parte trasera de la bici para que no le den por la culera. Cosa que a él seguramente le encantaba hacer desde su magnánime puesto en la quebrada Caja de Ahorros. Vaya para de sujetos.

Y a MI Caja Rural, que siga por este mismo camino, ayudando a las empresas como a la nuestra. A las buenas gentes del campo y a toda Asturias, porque es la Caja Rural de ASTURIAS.