Opinión

¿Educación Vial?

Estimado y apreciado parroquiano:

¿De qué demonios escribo esta semana? De justo lo que hace falta para que, en un futuro, los titulares de los periódicos y telediarios no tengan que noticiar asuntos como el de esta pasada semana en la carretera que une La Robellada con Posada de Llanes,  conocida por Ríu Les Cabres.

Dos chavalinos y una mujer que regresaban en coche de entrenar en el campo del Urraca, en Posada de Llanes, perdieron la vida.

Portadas de periódicos y, televisiones, radios y otros medios daban la triste noticia.

Ríu Les Cabres, junto con Labra  y Cardoso,  hace años solía ser el primer bucle de pruebas cronometradas en el Rally Villa de Llanes, cuando eran esas carreteras muchísimo más estrechas y con asfalto muy malo. Se invirtieron más de mil millones de pesetas hacia mediados de la década de los 90 del siglo pasado  en reparar la carretera del Ríu Les Cabres, donde esta semana pasada sucedió la trágica noticia.

 A día de hoy, en Meré (Llanes) se puede ver perfectamente cómo era la carretera antes de esa reparación.

Hecha la entradilla, paso ahora a explicar una asignatura que todos los niños entre los 12 y 16 años – que son los que cursan la ESO–  deberían de tener OBLIGATORIAMENTE, al menos en un trimestre, la Educación Vial, tan o más importante que Geografía, Matemáticas y otras asignaturas. Así, a esa edad sabrían perfectamente cómo reaccionará el coche que conduzcan en un futuro y las formas de corregirlo.Eso no lo enseñan en la autoescuela, ni Tráfico lo exige en sus temáticas actuales.

¿Y qué hacen los gobiernos autonómicos con plenos poderes en materias de Educación Vial: NADA.

En el circuito de kart de Soto de Dueñas hay, por ejemplo, un complejo de Educación Vial al que siguen yendo un día al año chicos de esa edad a dar una jornada de formación. UN DÍA, que hay que tener grandes bemoles, para que el Presidente de Asturias, Adrián Barbón, no ponga esa asignatura de forma inmediata. Pero pásmense: hace años, para esas clases de formación vial, el Gobierno del Principado daba una “ayudina” (ni mil euros al mes) para cubrir una mínima parte del coste durante todo el curso lectivo. Hoy ni un solo euro.

Pero claro,  el consejero del ramo, el presidente autonómico, como tienen coche con chofer (que va a diversos cursos todos los años sobre pilotaje en condiciones extremas) seguramente no caen en la importancia de este tipo de educación.

Con muy poco dinero se podrían impartir estas necesarias clases a chavalinos de entre 12 y 16 años para que, en un futuro muy cercano, los accidentes se redujeran de forma drástica en Asturias.

La gente está muy equivocada cuando dice que las carreras de coches son una temeridad. Hace más de 60 años que opino y opinaré que gracias, a esos “tenmerarios rallies”, se prueban mil soluciones técnicas para que los coches de hoy sean más seguros.  En los circuitos y todas las carreras del deporte del motor se comprueban piezas para que la seguridad vial sea muchísimo mejor.

En Asturias contamos con  campeones del mundo en Formula 1, rallies, montaña y muchas más disciplinas. Esta región podría ser pionera para impartir ese tipo de docencia y estar en esa ansiada división que el fútbol no logra, a pesar de las ingentes cantidades de nuestros impuestos que se destinan a este fin. Con muy poco dinero se podrían impartir estas necesarias clases a chavalinos de entre 12 y 16 años para que, en un futuro muy cercano, los accidentes se redujeran de forma drástica en Asturias.

En el circuito de karting de Soto de Dueñas, las clases las imparte un chavalín de Colunga que ya ni se sabe las veces que fue Campeón de España en diferentes especialidades automovilísticas. Hay un circuito que se llama Fernando Alonso, ¿les sonará el nombre?, dónde podrían impartir esas clases él y su equipo. Y de lo que estoy totalmente convencido, es que ni un 10% del profesorado de la ESO sabe dónde está tal circuito.  Estos circuitos esenciales para impartir clases de Educación Vial que, desde mi punto de vista, son mucho más prácticos que las de la “inventada” llingua del Bable (“Bable nes Escueles”). ¿Y por qué no Educación Vial en las escuelas? Con un coste infinitamente menor que lo del bable y, desde mi punto de vista, mucho más práctico.

RESUMEN  DE  LOS RESÚMENES

En Asturias tenemos un presidente que sabe lo que es el automovilismo deportivo y creo que, en unión a algún estamento de su gabinete –como podría ser el Consorcio del Transporte Asturiano–, podrían al menos estudiar y hablar de una asignatura que en años venideros los chavales deberían de cursar.