Opinión

Elías el de La Barata. Y el obispón

Quizás muchos parroquianos de otras zonas lejanas a Cangas de Onís no lo conocieran, ya que Elías era de Cangas de Onís. Tenía un almacén de piensos y tienda de artículos relacionados con el campo, LA BARATA, cuando yo lo conocí.

Mi padre echaba grandes parrafadas con él. Los dos tenían un amigo común en Oviedo dedicado al mundo de la medicina, y cuyos hijos hoy son noticia cada dos por tres, por temas relacionados con la medicina, abogacía y las entidades bancarias. Recuerdo que a mi, Elías me parecía un hombre extraordinariamente educado, buena persona, tranquilo y culto. Con el pasar de los años, y ya uno más instalado en la zona, conocí a sus hijos, cuyo denominador común se resume en una palabra: excelentes. Durante muchos años estuvo de Concejal en el Ayuntamiento de Cangas de Onís. De vez en cuando echaba alguna parrafada con él y siempre quedaba entusiasmado.

Como ven, no tengo la manía de escribir a los muertos (muy habitual entre despistados) – entre otras cosas–  porque tengo la certeza de que no me podrán leer. Simplemente escribo como recuerdo de una persona buena, que supo de forma magistral enfocar la vida de sus hijos. Mari Paz, Elías y Mamen. Mi dentista; el dueño de la para mi,  mejor tienda especializada de alimentación en Asturias y una gran veterinaria. Los tres heredaron de sus padres el ser grandes y buenas personas.

EL OBISPÓN

El arzobispo de Oviedo, al que dada su inmensidad yo denomino obispón, gusta echar arengas desde púlpito incontestable cada día de Asturias, en Covadonga. No se si por despiste; por cortesía; flajelo voluntario o desconocimiento de la Constitución, el Presidente de una Asturias que es ACONFESIONAL por Ley, tiene que acudir todos los años a escuchar las impertinencias del obispón. Hay que tener cara, que le sobra. Este sujeto huyó como una gallina, cuando uno de los mejores  periodistas de investigación de España le preguntaba delante de cámara su anormal forma de actuar en el turbio asunto de las inmatriculaciones. Generalizar es malo, pero estos profesionales del “Másallá” tienen en su gremio a multitud de pederastas y otras lindezas, ocultas a través de su gran grupo mediático, al que le dedican millones para solventar sus innumerables pérdidas, en vez de dárselos a Cáritas, en estos momentos de gran necesidad según sus propias informaciones. Todos estos profesionales de la religión católica son anormales por propia definición humana. En su profesión y como humanos que son, hay una acción que no ejecutan. Renuncian voluntariamente al fornicio. Lo que pasa, es que esa norma eclesial, la utilizan muchos para “follar” a muchísima gente y destrozar familias.

Pues para que se entere el señor Presidente de Asturias, a quien no conozco pero me parece un buen rapaz: a usted nadie le obliga a flagelarse delante de un profesional, que cualquier día toma las de Villadiego como el de Solsona, que satanizaba y buscaba fórmulas de “curar” a los gays. Encima decía que el fornicio solo debía de ser para procrear. Pues que procree, que todavía está en edad y deje de jodernos a todos con sus mentiras y anormalidades, muy propias de su profesión. Amén.  

Nota: Esa X que muchos ponen con tanta creencia católica, sirvió para que recaudaran en la declaración de la renta del año pasado, unos 50 millones de euros. Y en vez de destinarlos a la gente pobre, 30,5 millones lo destinaron a mantener las inmensas pérdidas de 13 TV. Sigan, sigan poniendo la X, que su dinero no va para la gente que menos tiene, va para otras cosas.