Opinión

Hospitales de Asturias

Hay una regla en periodismo que dice que el lector lee el titular, el pie de foto y las primeras 14 líneas. A partir de ahí, si quieres que te sigan leyendo depende de tu habilidad y profesionalidad.

Por tal motivo y, antes de hablar de Hospitales, rindo un especial homenaje a don Vicente Álvarez Areces, conocido también por Tini. A él le debemos mucho en el tema de la Sanidad Pública y la Educación. Tenía obsesión por tales asuntos esenciales. Ya no estando entre nosotros, ustedes se habrán fijado que Asturias en lo del Covid era la primera de España en los mejores resultados. Y si buscan los famosos informes PISA sobre educación, ya verán lo que leen. No digo yo que Tini fuera un artista, que no lo era. Sí, un dictador con cara de demócrata y que como tal, quería controlarlo todo. Tanto, que hasta a su mejor amigo lo metieron en la cárcel. Conmigo tuvo un comportamiento poco noble al final de su mandato, pero eso no viene al caso.

Vine al hospital que Tini se empeñó hacer contra viento y marea. Buscó dinero hasta debajo de las piedras, incluso con aquel impuesto del céntimo sanitario durante años

En menos de una década, tuve que ir sin maldita gana a varios hospitales de Asturias y  Zaragoza. Tuve la fortuna o infortuna (a gusto del lector) de no matarme en un accidente de avión en los Pirineos, lo que me hizo conocer muy de cerca los hospitales de Zaragoza (unidad de quemados) y de allí vine a un recién inaugurado HUCA. Vine al hospital que Tini se empeñó hacer contra viento y marea. Buscó dinero hasta debajo de las piedras, incluso con aquel impuesto del céntimo sanitario durante años. Del HUCA  en Oviedo pase al Hospital Grande Covián en Arriondas y, luego a padecer e intentar arreglar quemaduras por todo el cuerpo. Eso fue hace unos 8 años.

Hasta las cocineras de Arriondas, que dan ciento y una vuelta a las del HUCA, son EXCEPCIONALES. En el HUCA el tema de comidas es de excelente presentación, pero de nefasta condimentación.

Hace poco más de un mes, tuve que ir al Hospital Grande Covián en Arriondas porque el corazón no quería funcionar bien. Y ahí empiezan mis observaciones hospitalarias:

Tenemos un Hospital Comarcal, que con sus defectos, es una maravilla. Con unos profesionales que les ronca el mango y unas instalaciones más que dignas. Cuando Tini gana las elecciones al PP a finales de los años  noventa del siglo pasado y, en esa misma semana, metió 500 millones de pesetas en el Grande Covián para que no cerrara, dato que muchos desconocerán. Pero fue así.

Y dicho sea de paso, en tiempos del genial gerente, amigo y doctor Tácito Virgilio Rodríguez, Tini también escuchó las peticiones de este intrépido gestor hace décadas y el presidente le atendió. Vaya si le atendió. Y de paso otros milloncejos logró. Las cosas son como son y así las cuento.

En lo que respecta a sus condiciones laborales, en una gran mayoría, tienen unos contratos inestables, de MIERDA, coño de MIERDA, no como en la “aristocracia política”

En los hospitales tienes mucho tiempo para observar y pensar, porque lo de dormir con dolores, por mucho calmante que te den, no es que a uno se le bien. En Arriondas quedé entusiasmado con el funcionamiento de la U.C.A.  una especie de UCI, pero en plan mas de andar por casa. La calidad de los médicos y enfermeras: EXCEPCIONAL. Pero es que hasta las cocineras de Arriondas, que dan ciento y una vuelta a las del HUCA, son EXCEPCIONALES. En el HUCA el tema de comidas es de excelente presentación, pero de nefasta condimentación.

Tanto en uno como otro hospital, no estaría nada mal que se gastaran cuatro perras en tapizar las butacas y retocar pequeñas cosas. Esos hospitales costaron un pastizal y es una burrada de las gerencias no estar encima de esos pequeños detalles, que dan aspecto de dejadez y cuestan poco dinero. Mantenimiento de mobiliario y pintura en algunas zonas, persianas y poco más.

Y entro en el apartado de profesionales: lo defino así: HUMANIDAD Y CARIÑO. Lo de ser buenos profesionales después de tantos estudios se supone. A un cirujano se le exige una media dedicada al estudio de 12 años. A un médico 9-10, enfermeros 4 años, auxiliares dos y todo así.

Pero la calidad humana de estos profesionales es increíble. Encima, en no pocos casos, son tratados de forma despectiva por ignorantes que creen que todo vale frente a un médico y se les exige mucho más que a cualquier otro profesional de lo que sea. Nadie quiere entender que los médicos son humanos, y como tales pueden errar.

En lo que respecta a sus condiciones laborales, en una gran mayoría, tienen unos contratos inestables, de MIERDA, coño de MIERDA, no como en la “aristocracia política”, donde lo tienen bien resuelto. Igual ahora con el cambio de la nefasta Ley Laboral de Rajoy ––y eso que bien poco la cambiaron–– un médico, enfermera, auxiliar etc., etc., no vayan encadenando contratos años y años. Eso a la “aristocracia política” le debe importar un bledo. Entre otros asuntos, porque sus sueldos suelen ser muchísimo más elevados que los de los profesionales de la medicina y, encima, en abundantes casos sin ninguna preparación universitaria. ¿En manos de quien estamos?

Resumen de los resúmenes:

En Asturias tenemos una Sanidad Pública muy buena, pero en declive, por lo que tenemos la obligación de apretar las tuercas a los “aristócratas políticos”, para que mantengan lo que ya tenemos y hagan unos contratos laborales tan buenos como los suyos en la política.

Concluyo:

¿Saben cuanto costó aproximadamente esta última operación mía? Unos 90.000 euros. Qué bueno sería que a algún Aristócrata Político le viniera la inspiración, y de la que daban el alta con una decena de papeles, te dieran información de lo que costaste a la sociedad. Recuerdo que yo pagaba unos 12.000 euros al año a la S.S. en mis últimos años. Caro les salgo. Y lo que queda...

Ideal sería que nos contaran lo que cuesta cada vez que nos operan o vamos al médico de cabecera.

En EE.UU. para operarme del corazón como ahora , o tienes unos 125.000 dólares, un seguro privado médico o a palmar. Eso es lo que quieren que pase en España. Por eso el PP, privatiza y privatiza la sanidad. Claro está, que sus seguidores normalmente tienen esos 125.000 dólares y más.