Opinión

Manolo Cosmen

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photo_camera Manolo Cosmen y su nieto Manuel.
El alma máter de ENCOSA se llamaba Manolo Cosmen Adelaida. Un fenómeno de la mecánica. Verlo con el mono puesto debajo de un camión no era algo inusual. Nos unía la pasión por los coches. Daba gusto charlar con él. Manolo era un PAISANO, con el que podías hablar de todo. El éxito de ALSA va de su mano, porque hace décadas impuso que los únicos motores de los Autobuses ALSA  – de la cual era copropietario– serían Mercedes. Atrás quedaban los motores Pegaso, Barreiros y el que fuera. Un motor Mercedes es la robustez y calidad segura. Eso sí, hace décadas, como ahora, costaban un riñón, pero duran como varios riñones y con una fiabilidad a prueba de bombas.
Nunca me dio por visitar su empresa de camiones ENCOSA y el otro día que estuve en ella quede entusiasmado. Pero Manolo valía hasta para hotelero. Nunca lo entendí, pero siempre me decía que era un sector muy guapo. Si el lo decía por algo sería.
Manolo Cosmen era un “Fielatero” de pro. Era un parroquiano tan especial, que hasta me llamaba pa reñime. “Borja no escribas esas cosas –que son grandes verdades– pero van metete en la cárcel”. A la trena no llegué pero más de un juicio palmé, o palmaron mis abogados. Vete tu a saber. Por lo menos a la trena no entré.