Opinión

Papagayos

El otro día vi a un abogado del estado recitar la constitución a toda velocidad, como un papagayo. Suenan mucho y a mucho poderío, pero la mayoría de los abogados del estado son tan inútiles como para no darse cuenta que son unos vulgares papagayos.

¿Y qué es lo que hace un papagayo para hablar? Repetir durante mucho tiempo unas pequeñas palabras que luego emite sin saber que dice. Vamos…, justo lo que dice el abogado del estado Aznar, que repite como un papagayo que en la guerra de Irak era definitivo ir, y que los atentados de los trenes los hizo ETA. Este gran golfo de la política y la abogacía del estado –plagada de sujetos similares– es otro papagayo que memorizó leyes y hasta el número de la página donde estaban escritas. Ni que decir tiene, que ahora los pájaros papagayos son un problema. En Madrid los están extinguiendo por pelmas.

Otros papagayos son los notarios, registradores de la propiedad o los jueces.

Y todo este rollo de estos papagayos para qué se lo cuento:

Pues porque ahora que va a haber oposiciones a Correos y otras muchas cosas, lo fundamental es la Constitución. Porque un cartero, su cometido fundamental es saber la Constitución, no de los paquetes que lleva a los domicilios. No, no, la Constitución Española.

El otro día me encontré con unos opositores a maquinistas de mantenimiento de vías ferroviarias. Les pregunté sobre el examen y me espetaron: «Borja el 70% de las preguntas que cayeron eran de la constitución. Esa es la España bananera, manejada por golfos abogados del estado que recitan la constitución como papagayos.