El todopoderoso sindicato policial SIPLA sigue erre que erre buscando la manera de deshacerse del único alcalde que les ha plantado cara, ese que ha sacado a la luz las vergüenzas de un sindicato que opera de aquella manera y que hasta que se toparon con Cepi, en Siero, conjugaban a la perfección eso del “ancha es Castilla”.
La semana pasada convocaron una concentración en Oviedo, frente a la Presidencia del Principado, para pedir la dimisión del alcalde que está transformando Siero y que ha traído bajo el brazo a Amazon (y lo que vendrá detrás). Como es obvio la concentración la secundaron cuatro pelagatos.
Pero lo que más me llamó la atención fue la "utilización" de varios críos, por parte de sus padres supongo, desgañitándose en la marcha y vestidos con las camisetas en las que se leían las consignas contra el alcalde. Gran ejemplo, sí señor. Unos rapacinos que mejor estarían dando-y pataes a un balón, leyendo o disfrutando de alguna de las muchas actividades veraniegas que el Ayuntamiento de Siero ofrece para el público infantil.
