Opinión

Os esperamos en Noreña

Noreña, en el corazón del Principado de Asturias –dice la publicidad institucional municipal- se viste de gala  para celebrar la Fiesta del Picadillo y del Sabadiego declarada de Interés Turístico  Regional desde hace 26 años,  que en Noreña la chacinería y la industria cárnica en general,  son historia y son oficio y esperemos que lo sigan siendo, y la celebramos en honor del evangelista San Marcos, sustituyendo a los herederos de San Crispín, cofradía de siglos pasados que protegía al gremio de zapateros que también aportaron historia al viejo condado, y que desgraciadamente desaparecieron cofrades, zapateros, su fiesta de San Roque  y por supuesto el gremio, cosas que aunque con carácter de museo, se está trabajando para mantener vivas las costumbres que son o fueron la mejor cultura y mejor memoria histórica que puede trasladar la leyenda a la realidad. Menos mal que Ramón Pérez de Ayala encontró en sus estancias veraniegas noreñenses,  suficientes fuentes de inspiración para dejarnos reflejada la “Cenciella” conflictiva de aquel tiempo, donde congeniaban mal zapateros y choriceros y hasta estos últimos hicieron manifestación cívica por las calles de la villa, para dejar constancia de su malestar ante el abuso de los cofrades de San Crispín que debían de ser ciento y la madre.

En cambio los fabricantes actuales siguen estando ajenos a la celebración que les debía ocupar al menos colaborando, lo que se da en llamar “oídos sordos”

Ahora los cofrades de éste tiempo, quedan reflejados en la labor desarrollada por la Orden del Sabadiego, más pacífica y más bulliciosa, encargados de dar forma y difusión a una festividad  que realza la actividad que caracteriza a todo un pueblo, desde las postrimerías del siglo XIX y que camina con relativo optimismo y muchas dificultades de supervivencia - y no por la pandemia precisamente- en el siglo XXI. Y el pueblo laborioso necesita ese reconocimiento público para disfrute de sus gentes, que serán honradas con la presencia de miles de personas amantes de la gastronomía, cofrades herederos de aquellos gremios que tanta importancia tuvieron en la edad media, cada uno reforzando su profesión o simplemente los productos que la tierra ofrece en cada lugar. En cambio los fabricantes actuales siguen estando ajenos a la celebración que les debía ocupar al menos colaborando, lo que se da en llamar “oídos sordos”

Hombres y mujeres en agradable armonía disfrutando de la amistad que la gastronomía fomenta, hermanamiento entre pueblos de diferentes culturas pero que hablan el mismo lenguaje, todos ellos juntos en honor del sabadiego que goza de ambrosía y que ejerce  de anfitrión desde su renombrada humildad, que no es óbice para que sea grande en sabor y rico en historia, que cada uno cuenta la feria según le vaya en ella y  en Noreña el término Sabadiego  es palabra mayor, con fiesta, homenaje y cofradía.  

Este año los honores se los concedemos a un nombre ilustre, José Gómez “Joselito“  palabra mayor en la chacinería mundial; al periodista asturmadrileño José María García, que ejercerá de pregonero en lo que el mismo considera importante cita llena de responsabilidad,  que Noreña es mucho Noreña dice,  y púlpito importante para cantar las excelencias de la Asturias querida y sufridora que nos ha tocado vivir. Los honores más románticos serán para María del Rosario Noval Junquera designada con toda la certeza existente como Chacinera Mayor del vetusto Condado de Noreña. Toda una vida dedicada al trabajo cárnico. Como profesional con carnicería propia, colaborando con su hijo Joaquín o trabajando en la fábrica de Juntamar de su hermano mayor ya fallecido Eloy…