Opinión

El circo de los políticos

Sánchez adelanta les generales después del tortazu de les autonómiques y municipales. No sé por qué no me extraña, lleva años buscando atayos pa llegar antes caminando menos.

Toes les listes pasaron meses acomodando a los salientes pa que en el mejor de los casos empezaran lo que prometieron, acabaran lo que empezaron o pa que no engrosaran la lista del paro. Pa muchos no hubo suerte y hay que buscar una salida de emergencia.

En lo que respecta a Antonio Trevín, que fue la “sorpresa” oriental con su candidatura, no acabó de convencer. Dijo que quería ser alcalde de Llanes otra vez pa pagar la deuda. Al parecer los vecinos no y dan créditu suficiente. Ya me temía yo que pa pagar la deuda que el políticu tien con el municipiu no iban a alcanzar dos legislatures. En fin, que a la candidatura redentora no y salen les cuentes de momentu.

A toru pasáu, y ahora que lo que escribo no tien ninguna consecuencia (antes tampocu, pero por si acasu), al principiu extrañome que un paisano mayor y jubiláu estuviera en condiciones de gobernar un pueblu. Después eché un vistazu a la clase política internacional pa cotejar perfiles similares, y ahí tienen a Biden y Putin enzarzaos en una guerra como si tuvieran 20 años, Trevín al lau e un chaval. Y no me digan que no se puede comparar, no se equivoquen, en cualquier momentu estalla una pulla de vecinos entre Celoriu y Barru sin ir más lejos por culpa de un prau mal segáu, o una guerra en Guadamía entre los dos concejos y los alcaldes van a tener que cambiar los zapatinos de ante por unes chiruques y un tiragomes.

Pero a lo que iba, Trevín presentó la lista con los cubos de la memoria detrás, que supongo que algún expertu en comunicación no verbal (que ya estará despidíu) querría desempolvar así los buenos recuerdos de una época pretérita en la que llegaban perres a espuertes y no había que pasar el día justificándote en un juzgáu por prevaricación o malversación o cualquier otra casualidad que corra como un regueru de pólvora en les redes sociales y los canales de información continua.

De manera más general, cuando me enteré de la compra de votos en Melilla pensé que tamién me iban a intentar sobornar. No es que piense yo que París se pueda comparar con el norte de África en términos de extranjería. Tampoco esperaba que me compraran con productos de primera necesidad, no me tengo por tan importante como para que manden pañales contra la incontinencia o un paquete de macarrones, yo me imaginaba algo más sutil, como un jamón 5 jotas. Pero nada. Pues hacen mal en menospreciar el voto de residentes en el extranjero, que somos los gramos que redondean el kilo, y así les va, pierden un escañu o un sillón por un pelu de gochu que se hubiera arregláu con una cesta de delicatesen.

Y no se lleven las manos a la cabeza, que conozco bien a esti ganáu. De manera general pa presentase en política ahora hay que ser muy temerariu o muy sinvergüenza, o les dos coses, que algunos camaradas madrileños no escatiman en cualidades y añaden a los dos adjetivos ya citados el de sátrapas, mentirosos, ladrones, déspotas, incultos…  Que se atribuyen privilegios, desbaratan la geografía, destrozan el diccionario, maltratan sin piedad más de un siglo de lucha feminista con combates ideológicos que repiten sin entender ni una coma, endeudan al país durante generaciones con total impunidad y otras perlas que no sé si son fruto de la maldad o de la ignorancia. Y lo escribo yo, que fui monaguillo y simpatizante socialista y estoy bastante acostumbrada a escuchar estupideces, pero lo de ahora clama al cielo.

Ah, y retiro lo que diji, que no pierdan el tiempu en mandami regalos pa les generales, que los voy a devolver con una bala dentro, como manda el protocolo de la mafiería.