Opinión

Novillos, toros y cabestros

Novillada en Cangas de Onís

Se ha levantado una polémica de veranillo con la novillada que va a venir a Cangues el 22 de agosto.

Por un lado los que añoran las corridas con plaza portátil, cojín y abanico, y por otro los anti-taurinos de toda la vida a los que se asocian los reaccionarios que no se comen un huevo que salga del culo de una gallina.

Y a todos ellos se unen los palmeros de oficio que opinan de todo y que como yo, no entienden de nada aunque no lo reconocen.

De antemano les confieso que el asunto lo veo delicao como decía Sabina. A mi no me gustan las muertes gratis, ni los sufrimientos inútiles, pero nunca me pregunto de donde viene el jamón que me como, los pollos que me trinco, y los animales en general me gustan cocinados en salsa.

Digo yo que todo este gusto por las tradiciones rancias que fueron nuestra gloria y nuestra perdición: los toros, el fútbol, las procesiones bajo palio y el amor a José Antonio, habrá resucitado gracias a todos estos modernos que se pasan el día redecorando la historia, dividiendo el mundo entre buenos y malos y hablando de lo que no saben.

Peco de incoherente. Encuentro los toreros muy atractivos vestidos de bailarina marcando paquete y aunque no he estado en una corrida en mi vida, porque culturalmente me pilla lejos, no dejo de admirar su coraje. Pero a la vez cuando a alguno le toca una cornada, es como si el universo anduviera buscando equilibrio y me da por pensar que se lo tienen merecido. Ya les digo, una cosa muy rarita.

Digo yo que todo este gusto por las tradiciones rancias que fueron nuestra gloria y nuestra perdición: los toros, el fútbol, las procesiones bajo palio y el amor a José Antonio, habrá resucitado gracias a todos estos modernos que se pasan el día redecorando la historia, dividiendo el mundo entre buenos y malos y hablando de lo que no saben.

Señor, oigo la voz de Matias Prats Cañete y se me ponen los vellos de punta.

Me explican que la novillada canguesa, que no sé si es con muerte, forma parte de un tour y es una etapa. Habrá que responder a las preguntas con orden: ¿les pidió el ayuntamiento que vinieran o fueron ellos los que eligieron la ciudad ? ¿por qué razón se decidió que Cangues sería un buen lugar para semejante espectáculo? ¿es bueno para atraer turistas, para la hostelería, para entretener a los vecinos, para salir en las redes sociales, para sacar votos o para perderlos? ¿por qué toros y no una pelea de gallos, o de galgos, o despeñar una cabra del Puente Romano? ¿o por qué no traer un combate de boxeo? ¿o a cantar a Karina? ¿o hacer una tomatima vegana? Y así, deshaciendo la madeja despacín, despejar los pros y los contras de esta decisión pasodoblera y cañí.

Si ya sea por decisión democrática o decreto municipal se celebra el festejo, lo mejor es que lo acompañen de apuestas sobre los rabos y las orejas, si se cortan que no sé, y también sobre las cornadas.

Ya me dirán a mi si a un novillero lo escalabra un novillo y salimos en la tele, eso nos va a dar una publicidad como la de la Vuelta Ciclista, si colocan la plaza en un lugar con empaque y buen paisaje de fondo.

Yo no conocí al Gallo, ni a Manolete pero sé que murieron en Talavera de la Reina y Linares, y ya no les digo Paquirri que se dejó la vida en un pueblo sin gloria llamado Pozoblanco, donde hay hasta peregrinos.

Ya sé será mucho soñar, que estos no son más que novillos, pero por poco que uno nos salga cornicorto, de escaso trapío y le dé una marivuelta al novillero mientras suenan clarines del cambio de tercio... Señor, oigo la voz de Matias Prats Cañete y se me ponen los vellos de punta.