Opinión

El paraíso no da pa tantu

El turismo en Cangas de Onís

O igual sí. Todos los años cuando llego me hago la misma reflexión y todos los años me quedo con la duda.

A pesar de la pandemia o gracies a ella se abrieron en Cangues nuevos bares y otros cambiaron de nombre.  Contando por lo altu la antigua capital del reino alberga unas 60 tabernas. Buenu, bares y restaurantes que ahora puedes comer en cualquier sitiu: mal en muchos, regular en todos y bien en algunos, según lo que quieras pagar, como los puñetazos. 60 chigres por 3.000 habitantes tocan a un bar por cada 50 si a todos yos diera por tomar una cerveza, que no lo creo. Y si lo contamos en metros cuadrados, debe de haber 6.000 metros cuadrados sin contar les terraces que esti añu cuentan muchu.

De lo que se quejan los turistas ahora como hace años es de lo poco que se les ofrece en servicios para unos precios que están a la altura de cualquier otra costa.

Y lo que veo en Cangues vale pa cualquier otru sitiu. Me alegro por la economía local, que gracies al turismo de Semana Santa y veranu comen todos el añu enteru. Y si viven los bares qué decir de les tiendes de alimentación. Espero que los propietarios de alimerkas, días y otros mercadonas den a los empleaos del oriente de Asturias un plus de rentabilidad porque si hay cola hasta en la sección de fregones, ni les cuento en la de frutas, panadería, charcutería y papel higiénicu… un desatinu.

De lo que se quejan los turistas ahora como hace años es de lo poco que se les ofrece en servicios para unos precios que están a la altura de cualquier otra costa.

Tenemos playas espectaculares, ríos espléndidos, montañas fabulosas, paisajes de ensueño, tou lo que nos da Dios de balde. En infraestructuras gastamos lo que menos, que viene a ser nada.

Si sigue dando tantu pa tantos en tan pocu espaciu y en tan pocu tiempo, voy a aceptar la realidad: esto es verdaderamente el paraíso: Normal que haya milagros.

Vas a la playa y salvo aparcamientos a 3 euros (otru negociu que no sé si paga impuestos), hay que hacer cola detrás de la ducha -si tienes suerte hay dos- cola detrás del retrete cuando lu hay, y en casi ninguna parte se proponen merenderos espaciosos  (aunque sean efímeros de quita y pon) y  con sombra donde poder sentate a comer el bocadillo. Nada que no rente. Hay que pagar por tou, hasta por lo que se conserva con los impuestos de todos.

Aparte de las bellezas ya citadas, tenemos en esta tierra un clima caprichosu, que hace que puedas pasar una semana o dos si ver sol o hasta con orbayu frescu. Pues a pesar de ello pocos son los hoteles que proponen una piscina, ya no digo caliente, pero por lo menos cubierta pa pasar la tarde si no está pa otra cosa, qué va, que esos son gastos de mantenimiento y metros cuadrados menos rentables que cualquier terraza pa desayunos o cualquier cuartu con ventanucu.

Y a pesar de tou lo que estoy diciendo, ya llevamos 30 años viviendo así: explotando ríos, lagos, playes, montes, praos, caminos y senderos. Vendiendo aventura y buen llantar. Si sigue dando tantu pa tantos en tan pocu espaciu y en tan pocu tiempo, voy a aceptar la realidad: esto es verdaderamente el paraíso: Normal que haya milagros.