Opinión

El agua ahoga al PSOE

Procuro siempre tarar de comprender a aquellas personas o colectivos que predican una cosa y realizan la contraria, porque la congruencia es muy difícil y existen factores, y sobre todo presiones, que abortan cualquier intento de que las decisiones se tomen en función de lo que de manera teórica se postula como el argumentario de su posición política. Me refiero claramente a lo que aquellos que  desde las formaciones de la izquierda abogan por la defensa de lo público, se encuentran conque las razones de la economía de unos pocos oscurecen los propósitos del conjunto de la organización.

Creo que va siendo hora que los congresos de la Federación Socialista Asturiana se pongan mínimamente rigurosos y exijan a sus alcaldes que sean ideológicamente congruentes

Este es, por ejemplo, el caso del agua en algunos municipios asturianos, que se pasan por los forros los ideales de lo público que razona el PSOE. Y no solo es un caso claro de incoherencia personal, sino sobre todo de engaño a la opinión pública que no puede discernir sobre sus preferencias políticas, si se encuentran con esta contradicción tan absoluta.

En el tema del agua, que es un asunto que va a terminar ahogando al principal partido de la izquierda, es ahora el ayuntamiento de Langreo, que estás regido por la socialista Carmen Arbesú, la que clava otro rejón a los ciudadanos y eleva el precio del agua hasta un 9%, algo más por encima de lo que han subido las pensiones y cobran la mayoría de los langreanos. Y es que el servicio privado de agua, precisa sacar beneficio de sus gestión y a los que responsables del principal ayuntamiento de la cuenca del Nalón les conceden todo lo que desean porque para eso les han privatizado el servicio de este líquido elemental.

Independientemente de las valoraciones sobre las gestiones públicas o privadas del agua, un elemento de primera necesidad, lo que deberían conocer los ciudadanos de ese municipio es si les merece la pena dejar en manos de una empresa que tiene como objetivo lucrarse con un bien común, porque, sin ser conspiranoico, aquí hay alguien con mando en plaza, que se lo puede estar llevando crudo.

Ahora es Langreo, pero también lo es Avilés desde hace muchos años, donde los socialistas del concejo, en su día decidieron cambiar sus creencias ideológicas por la gestión de una empresa privada, sin que las investigación sobre el asunto, haya podido terminar de manera natural. Y si hablamos de remunicipalizar este servicio, son muchos los que te cuentan la milonga de que es imposible, a pesar de que en Gozón, concejo cercano a Avilés, lo hicieron porque la izquierda le echó cojones.

Creo que va siendo hora que los congresos de la Federación Socialista Asturiana se pongan mínimamente rigurosos y exijan a sus alcaldes que sean ideológicamente congruentes, para que el personal no piense que esto de los programas políticos y de la izquierda es una romería para incautos. Y que reclame a los suyos que no privaticen servicios o que les den la vuelta. Si no quieren que el agua los ahogue y les despoje de cualquier signo de izquierdas que todavía les quede.