Opinión

Amazon se queda con Siero

Por una cuestión de orden y de sinceridad conmigo mismo, tengo que comenzar diciendo que no soy cliente de Amazon. Ni lo fui nunca, ni lo más probable es que lo sea alguna vez, si bien es cierto que nunca puede decirse que de este agua no he de beber. Y no contraigo obligaciones con la multinacional que dirige Jeff Bezos por una razón de incredulidad en su modelo de negocio, porque lo barato tiene siempre una explicación. Y esta es que con la distribución de sus productos sin personal laboral que atender, es lógico que el reparto de libros, discos o mantecadas de Astorga, te resulte menos caro que si lo tienen que hacer las plantillas a tus órdenes.

Hay mucha gente en Asturias que no se cree lo de Amazon

Hay cierta presión por parte de amigos y familiares para que me deje de romanticismos y de verborrea leninista y haga algún pedido a Amazon, pero me resisto de manera espartana, porque quiero ser fiel a mis convicciones sobre lo que debe ser una empresa de distribución en un país que está en el corazón de la economía de los países occidentales. Y lo de esta compañía es cualquier cosa menos libre mercados. Y os lo digo yo que no creo nada en él.

Debe de ser la repera que una multinacional como Amazon se fije en un municipio asturiano como Siero para crear un almacén de logística en Bobes. No me extraña, pues, que el alcalde del municipio, José Ángel García esté que no quepa de si de gozo por la decisión de la firma yanqui de quedarse con Siero, si bien parece que las cosas no están tan claras en las últimas horas y que el proyecto no avanza con debiera. De hecho está bastante parado.

Además también tiene que ser complicado tratar de explicar como una multinacional que basa su servicio en la eliminación de costes laborales pueda despedir, así, sin más a 18.000 trabajadores en todo el mundo de un tirón, porque parece ser que lo salen muy bien las cosas. Me imagino que para una persona como el primer edil sierense, que no tiene quien le tosa en la Policía Local de su concejo, crea que puede lidiar a la perfección con los empleados del amigo Bezos, que creo que estiman el número de puestos de trabajo en Asturias en torno a los 2.000, empleo arriba, empleo abajo.

Bueno, pues pese a las expectativas, hay mucha gente en Asturias que no se cree lo de Amazon. No es que vaya a ser un petromocho como el de aquel señor Lauze que embaucó al ex presidente Juan Luis Rodríguez Vigil y al ya fallecido Víctor Zapico, pero que, como todo aquello que se anuncia con grandes dosis de bombo y platillo, suele menguar bastante al crecer. Y de lo dicho, menos de lo que parece. La izquierda no parece muy conforme con el anuncio de Amazon, a lo que desde el Gobierno e Asturias y el municipio de Siero se les contesta que no sean aguafiestas, que el asunto está bien claro.

Otrosí, habría que estudiar las perspectivas de futuro de Amazon, como empresa matriz, ya que está teniendo serios reveses en sus negocios y ahora admite que quiere diversificar sus transacciones, introduciéndose en el mundo de los productos farmacéuticos y de las medicinas, que según parece, es lo que tiene perspectivas de beneficio, dicen los ideólogos de Amazon. A mí no me parece del todo mal que la compañía multinacional se quede en Siero. Me jodería que se quedara con Siero, en el peor sentido de la palabra.