Opinión

Un asturianista comprometido

Por razones de agenda no pude estar presente en el homenaje póstumo que se le rindió a Xosé Bolado, un profesor de Literatura que enseño a muchas generaciones el valor de la lectura y un asturianista comprometido con la realidad que le circundaba, pero también un paisano universal porque creí que nada del mundo le era ajeno y se mostraba siempre dispuesto a tomar partido.

Conocí a Bolado hace ya muchos años cuando pugnaba por mejorar las condiciones políticas y sociales de su España natal y lo hacía desde posiciones universalistas pero también desde las esencias y los sentimientos su propia tierra  y en esa forma de entender la vida, gozó de las simpatías y de las adhesiones de muchas personas de su generación, pero también de sus discípulos como profesor.

Hay muchas razones para valorar el magisterio personal y literario de Xosé Bolado, pero, posiblemente, la que más interés despierta entre sus seguidores es la labor de rescate de la figura de Rosario Acuña, de quien investigó su vida y obra hasta la saciedad y llegó a “popularizar su figura hasta el punto de que hoy en día Rosario Acuña y  Bolado son casi sinónimos, porque ambas personalidades se compenetran de manera más que evidente.

En el último recuerdo de la pensadora madrileña, que encontró en Gijón su razón para vivir en libertad, se hizo referencia a que en 1923  se cumple su primer centenario de la muerte y es un buen momento no solo para reeditar sus obras, que recopiló arduamente Bolado, sino también para unir los destinos de esta periodista y escritora que luchó contra las desigualdades entre sexos con la del profesor der Literatura que se prendó de la calidad narrativa de esta mujer y de las denuncias que llevó a cabo en pleno siglo XIX y principios del siglo XX contra las injusticias que le llevaron al olvido y al exilio.

Si hay también un nexo intimo entre Bolado y Acuña ha sido el compromiso con sus contemporáneos y con los problemas de la sociedad. Desde su casa al borde del acantilado de La Providencia estoy seguro que nos envía su ánimo para que siga la sociedad asturiana defendiendo su cultura, la solidaridad con sus gentes yb la literatura al servicio de los demás. El mar Cantábrico mece la obra de esta mujer para que todos podamos sentir sus ideas progresistas que la convirtieron en una adelantada de la Historia durante finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Como hizo Bolado unos cuantos años después.