Opinión

Y ¿para qué queremos el AVE?

Presumimos los asturianos de grandonismo y de ser de una tierra de resistentes a cualquier invasión que se ponga a tiro. Y yo no tengo tan claro que, en realidad, esta actitud no sea una especie de complejo de inferioridad por la escasa influencia actual de nuestra tierra y porque pintemos en el ámbito geográfico español mucho menos de lo que quisiéramos. Y no se trata de una cuestión vinculada a los partidos políticos de uno u otro signo ni a las diferentes clases hegemónicas que nos gobiernan. No tengo muy seguro cual es la razón, pero tengamos en cuenta que nuestra población decrece a pasos agigantados y ya estamos por debajo del millón de habitantes. Y si no estamos, poco le queda.

Reconozco que hoy me he levantado bastante rompehuevos y a menudo que pasan las horas me encuentro más faltoso e impertinente, pero es que me irrita sobremanera las ínfulas que se gastan algunos de nuestros próceres y personas influyentes de la sociedad cuando analizan las causas y reivindicaciones que precisa Asturias. Y hay una que me enerva especialmente en lo que se refiere a las comunicaciones férreas.

Llevamos años y paños reclamando el AVE para Asturias, cuestión que yo en el fondo no voy a discutir, pero no me parece el tema prioritario en lo que se refiere a las necesidades del tren, que no significa solo llegar cuanto antes a Madrid, sino comunicar a los ciudadanos de esta región para que puedan llegar a su trabajo y a su casa en condiciones dignas y sin resabios tercermundistas.

La variante de Pajares estuvo mucho tiempo paralizada por su gran coste económico y porque los principales partidos que gobernaron en Madrid se pasaron los intereses de Asturias por el  mismísimo forro, discutiendo si el ancho ibérico era galgos o podencos o si la vía debía servir para mercancías o solo para pasajeros. Mientras tanto, algunos de nuestros conseguidores más preclaros se lanzaron en busca de la fama y el dinero, en forma de comisiones o subvenciones.

Sinceramente, más que AVE, me interesa la velocidad alta y no se trata de llegar a Madrid un cuarto de hora antes sino en tiempos razonables. Una vez superada la barrera del Pajares, que sean aves o alvias es lo de menos, con todos los respetos para los que creen que Asturias se queda en el andén de los retrasados si no viene  el AVE a nuestra ciudad. Creo que ya he puesto más veces el ejemplo del trayecto ferroviario entre Valladolid y Madrid que un compañero de profesión hace prácticamente todas las semanas. En un intervalo inferior a una hora sale de la estación vallisoletana un AVE y un Alvia. El primero de ello cuesta un riñón y el segundo tiene un precio más asequible y la diferencia en tiempos no es superior al cuarto de hora. Por eso la mayoría de los viajeros prefiere pagar menos y dedicar quince minutos a contemplar el paisaje.

Yo prefiero llegar desde mi pueblo a Tapia de Casariego en un tiempo digno del siglo XXI que a Madrid en  tres horas

La cuestión en Asturias es que el AVE va a ser para ricos con miedo a volar en avión, mientras que los pobres tendrán que ir de otra manera, salvo que haya alvias, que pueden alcanzar velocidades casi tan grandes como los aves, que circulen por nuestra tierra, con el agravante de que no serán rentables porque no se subirán más que los que tienen posibles y los que los aparentan y tenga que ser el Estado quien apoquine, porque claro si se privatiza, a ver que van a hacer los nuevos dueños si no tienen beneficios.

Y luego está la cuestión de las paradas. Como somos muy grandones, todos los pueblos importantes quieren que el AVE se detenga en su estación, lo que supondría un derroche ya que cuando el tren alcance la velocidad de crucero ya habrá llegado al pueblo siguiente. La solución estaría en que el AVE termine en Pola de Lena y de ahí salgan trenes lanzaderas hacia el resto de poblaciones. Pero dígale usted a un alcalde de Oviedo, Gijón o Mieres, que por su estación va a ir el ferrocarril sin detenerse, Vaya broncas, porque nos están vendiendo que uno se sube al tren en Gijón y no se baja hasta Madrid. Naranjas de la China.

Y lo más encolerizante que hay es que mientras los más modernos de la región quieren el AVE cuanto antes, los trenes de cercanías se estropean cada poco, son del siglo XIX y la posibilidad de recambios urgentes la disipó la propia Adif cuando advirtió que los nuevos convoyes no estarán en condiciones de entrar en funcionamiento por no sé qué carajales de carencias. Pues, que queréis que os diga. Yo prefiero llegar desde mi pueblo a Tapia de Casariego en un tiempo digno del siglo XXI que a Madrid en  tres horas, porque muchos asturianos cogen el ferrocarril para ir de Oviedo a Nava o de Candás a Cudillero para estudiar, trabajar o ver a sus nietos. Y esta gente, que es mayoritaria, merece más respeto que lo hooligans del AVE. Y cuando las cercanías funcionen como Dios manda....hablaremos.