Opinión

El Sporting se reinventa

Soy aficionado sportinguista como sabéis la mayoría de personas que me conoce. Y además, lo tengo a gala. Pero, ojo, que sea partidario de que el equipo de mi ciudad natal gane siempre los partidos que celebra no quiere decir que me gusta que lo haga a cualquier precio. Soy forofo, no ultra ni hooligan. Sé reconocer cuando el equipo juega de pena y gana de churro y no me apunto a que ganemos en el último minuto y de penalty injusto, porque desvirtúa totalmente el espíritu deportivo.

A mí lo que me gusta es el fútbol y huyo como de la peste de esos que se dicen antimadridistas y que solo ven fueras de juego en su área y penas máximas en el del rival. Ni quiero que el Barca pierda a toda costa ni que el Atlético de Madrid se hunda en los puestos postreros de la clasificación, ni que el Oviedo descienda o desaparezca. Soy un bicho raro, es verdad, pero la envidia y el desprecio al rival no ganan partidos.

No tengo claro yo que un equipo como el Sporting necesite un director deportivo, dadas sus características de conjunto medio y objetivos más o menos limitados.

Mi corazón rojiblanco se ha puesto contento con el cambio de mentalidad del Sporting en la parcela deportiva. Es posible que el ya anterior director deportivo, Miguel Torrecilla sea un genio de los fichajes y de la gestión de los jugadores, pero en el equipo de mi ciudad no ha tenido ni suerte ni criterios y es saludable darle la bienvenida a su sustituto, Javi Rico, que también vistió como futbolista la camiseta rojiblanca y parece que tiene una política de cantera necesaria para afrontar las temporadas de futbol que se avecinan los próximos años, donde la falta de dinero y la burbuja de fichajes tendrá muchas cosas que decir.

No tengo claro yo que un equipo como el Sporting necesite un director deportivo, dadas sus características de conjunto medio y objetivos más o menos limitados. Pero si los que mandan en la junta directiva así lo consideran, es preferible que la parcela la ocupe un tipo que mire hacia Mareo y reinvente al Sporting, porque el club rojiblanco tiene jugadores en sus categorías inferiores que le dan mil vueltas a medianías que se fichan por un pastizal, del que los intermediarios se llevan un buen porcentaje.

Ya vuelve la competición de fútbol y los que animamos al Sporting a que consiga sus metas nos las prometemos muy felices

Soy bastante crítico con los mandamases del Sporting porque, a mi juicio, han cometido demasiadas torpezas y equivocaciones en estos años. Pero son los dueños de la pasta y esta vez han sabido colocar una pantalla entre ellos y la afición para librarse de los reproches, cada vez más intensos de socios y forofos.

Estos dos meses de confinamiento y ausencia del fútbol han sido angustiosos para muchos hinchas y para los ciudadanos. A mí también me causó cierta pena, pero, por suerte, la vida tiene muchas aristas que indagar para perder el monocultivo del gusto. Ya vuelve la competición de fútbol y los que animamos al Sporting a que consiga sus metas nos las prometemos muy felices. Y si no se cumple el objetivo del ascenso, se deja para otro año. Solo falta, como dicen algunos teóricos del balompié, que el balón entre. Es lo que hace milagros