Opinión

La traición a Asturias

Me enseñó un familiar muy querido que nunca hiciera caso de aquellos que pretenden que sus ideas estén por encima de las demás aprovechando su ideología para subestimar la del contrario, ya fuera en cuestiones políticas, religiosas o futbolísticas. Era una especie de dime de qué presumes y te diré de qué careces, que a mi allegado, prefiero no concretar el grado de parentesco, le parecía un horror porque con el paso del tiempo iban a ser los primeros que abjuraran de sus planteamientos.

Mi pariente hablaba especialmente de España, pero el asunto sirve también para los que tienen a Asturias todo el día con la palabra en la boca para, en el momento que consideren oportuno, traicionar su nombre y sus sentimientos que con tanto ahínco profesan.

Sucede que ahora esta autopista de peaje va a ser la única de toda España que no va a ser rescatada por el Gobierno dados los altísimos costes económicos de las concesiones

Hace algunos años, cuando el PP prefirió relegar a Francisco Álvarez-Cascos como su candidato a la Presidencia de Asturias, en las filas conservadoras  produjo un fuerte movimiento opositor ya que en la derecha se pensaba que era el mejor aspirante para derrotar al socialismo. Y así nació Foro Asturias, o, para ser más exactos Foro Asturias Ciudadanos, para que sus siglas coincidieran con las de Francisco Álvarez-Cascos.

El nuevo partido nació con vocación regionalista y con la idea de defender a Asturias de las andanadas de los nacionalismos periféricos y de las componendas entre el PP y el PSOE que ocasionaban graves perjuicios para la región. Aquello que en las filas de la nueva organización se llamo el pacto del duernu, en alusión, que es el recipiente en que comen los gochos en nuestra tierra.

Con estos mimbres y una buena política de propaganda, Francisco Álvarez-Cascos se convirtió en un destacado líder regional, si no lo era ya, e incluso ganó las elecciones autonómicas por encima del PSOE y creo recordar que con 16 diputados, convirtiéndose en un presidente autonómico que planteaba la exigencia de que los intereses de Asturias estuvieran a la misma altura que los de catalanes y vascos.

Poco duró el Gobierno de Foro Asturias, por los errores de sus dirigentes y por la desidia de algunos de sus más preclaros avalistas que en seguida se dieron cuenta de que allí iban a conseguir apoyos, porque estaba todo el pescado venido y no había manera de contar con aliados ideológicos o estratégicos que les dieran cuartelillo.

Foro Asturias como vino se fue, a pesar de haber alcanzado no solo la Presidencia del Principado y la alcaldía de Gijón y ahora es una especie de  zombie electoral que está totalmente dividido y que tiene a su creador en el banquillo de los acusados, imputado por apropiación indebida.

Lo peor (al menos para mí) no es su debacle política, sino la traición a Asturias de sus dirigentes porque su líder natural, cuando era ministro de Fomento llegó al execrable acuerdo de conceder una prórroga de 50 años para que la empresa que controla las salidas y entradas de Asturias por la autopista del Huerna, se lucrara durante medio sigo con los dineros y ahorros de los asturianos. Una manera muy indigna de defender los intereses de la región.

Sucede que ahora esta autopista de peaje va a ser la única de toda España que no va a ser rescatada por el Gobierno dados los altísimos costes económicos de las concesiones, mientras que otras vías de similar situación ya no serán objeto de peaje por sus usuarios, lo que convierte a la comunidad autónoma en rehén de una empresa que tiene tan duras condiciones de rescate, que daña gravemente los intereses de los asturianos y de quienes nos visitan.

Se puede decir más alto, pero no más claro. Cada uno es muy libre de llevar la bandera de Asturias por montera y defenderla contra el centralismo, pero hay que exigir a quien plantea esta premisa, que sea consecuente con sus ideas y no hipoteque los intereses de la región por una contrapartida deshonrosa. Ahora sí que escucho la voz de mi pariente y entiendo lo que es traicionar a Asturias.