Así fue el momento en el que efectivos de la Guardia Civil de Asturias entraban en una vivienda de Tresgrandas, en el concejo de Llanes, para detener a cinco personas que hasta ese momento habían pasado desapercibidos para los vecinos de la localidad. Son, presuntamente y según el juzgado de Cataluña que instruye el caso, parte de una banda criminal que operaba Asturias, Cantabria y Cataluña; y dedicada a robos con fuerza en viviendas
El éxito de esta operación se debe a la acción conjunta de Guardia Civil de Asturias y agentes de la Policía de la Generalitat- Mossos d´Esquadra de la División de Investigación Criminal (DIC). Los detenidos, un total de siete hombres y dos mujeres, son presuntos autores de 23 robos con fuerza, falsedad documentar e integración en grupo criminal.
La investigación de estos hechos comenzó en enero a raíz de un robo en Santa Coloma de Cervelló. Unas semanas más tarde, los investigadores de la Unidad de Investigación de la Comisaría de Sant Boi de Llobregat -responsables del primer caso- tuvieron conocimiento de un segundo asalto en grado de tentativa en el mismo municipio. Tirando del hilo, entre enero y febrero la investigación descubrió que se sumaban otros 11 robos más con las mismas características que se habían producido en Molins de Rei, Sant Boi de Llobregat, Sant Vicenç dels Horts y Santa Coloma de Cervelló.
El modus operandi en todos los casos era el mismo. Los asaltantes forzaban una de las ventanas del domicilio con la ayuda de un destornillados, siempre en la misma franja horaria. Además los investigadores supieron que utilizaban el transporte púbico para desplazarse entre los municipios en los que cometían los robos, y que su radio de actuación siempre era próximo a estaciones de tren.
De forma paralela, la Guardia Civil de la Comandancia de Asturias comenzó a investigar el pasado 1 de marzo una serie de robos con fuerza en vivienda que presentaban las mismas características: todos ellos se realizaban al caer la noche o a primeras horas de la mañana, y siempre se forzaba una ventana del piso superior del inmueble. En Illas y Colunga, las dos zonas en las que se registraron estos asaltos, el objetivo de los ladrones eran el dinero y las joyas.
La investigación de Asturias se ligó a la que se estaba investigando en Barcelona, y ambos equipos llegaron a la conclusión de que parte de este grupo criminal había iniciado un periodo de itinerancia. La acción conjunta permitió vigilar al grupo que residía en Asturias y sus vehículos. Un dato decisivo ya que, además de descubrir que llevaban matrículas dobladas, uno de los vehículos de alquiler arrojó el nombre del contratante: un hombre de nacionalidad extranjera. También, y gracias al seguimiento, se determinó que la banda en Asturias contaba con cinco hombres y una mujer.
El grupo criminal asentado en Asturias también realizó robos en Salas, Ribadesella, Santa María de Cayon y Castro Urdiales, estas dos últimas localidades en la vecina Cantabria.
