La empresa encargada de realizar el estudio para conocer la salud de los robles centenarios del Campu de San Antoniu, en Cangas de Onís, recomendó talar uno de los ejemplares, y el Ayuntamiento llevaba a cabo la actuación esta mañana. Con el tronco ya en el suelo los operarios pudieron comprobar que la afección era grave y que «una ventolera lo habría derribado». El tronco se encontraba prácticamente hueco por la acción de los parásitos.