PARRES

Se lleva el ataúd a casa

Un cliente encarga un ataúd a un carpintero parragués, para utilizar de librería hasta que sea llamado al descanso eterno
Avelino Antuña, carpintero, «es el encargo más raro que me han hecho jamás»

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Dice el diccionario de la RAE que un ataúd es una Caja, ordinariamente de madera, donde se pone un cadáver para enterrarlo o para incinerarlo. Pues ya ven ustedes que a un ataúd se le pueden dar también otros usos, como el de convertirse en librería, mientras su dueño no sea llamado al descanso eterno.

Avelino Antuña Guerra, carpintero de Les Piqueres (Parres) diseñó y fabricó el ataúd de las fotografías, «el encargo más raro que me han hecho en mi vida», que ya está en casa del satisfecho cliente, cuya identidad, Avelino, profesional donde los haya, prefiere no descubrir.

El asunto es que al carpintero parragués le encargó un previsor cliente su ataúd, que espera no utilizar en breve, pero que quería tener hecho y dispuesto en su casa, donde está ya colocado como un mueble al uso y lleno de libros, en los estantes habilitados, obviamente de forma provisional.

El “mueble” se fabricó a medida, como un traje «Le tomé las medidas» eso sí,  consultaron primero toda la legislación que  pudiese haber sobre los asuntos mortuorios y, antes de rematar la obra, «el cliente lo probó», apunta el carpintero,  para comprobar que entraba sin apreturas y «quedó más que satisfecho».

Pues ya ven, si algún día IKEA comercializa también los ataúdes para que ensamblemos en casa con la llave allen, recuerden que la idea nació en esta Comarca de los Picos de Europa, que no hay día que no nos de alguna sorpresa.

El carpintero, Avelino Antuña, con el ataúd que le encargó el cliente.

El ataúd, convertido en librería hasta que llegue la hora..., a su propietario.