Opinión

¡Hay soluciones para el problema del lobo!

El lobo

La problemática de los daños en la ganadería por la fauna salvaje, y especialmente por lobo  en Asturias, debe abordarse desde varios aspectos e incidir y actuar en cada uno de ellos, para evitar que los ganaderos sigan siendo los grandes perjudicados de una mala gestión de la fauna silvestre.

El lobo, al norte del Duero, no puede estar incluido en el LESPRE

Primero, el control de las poblaciones de la fauna salvaje; segundo, los daños provocados y todo lo que implica el procedimiento, siempre lesivo para quien sufre el daño, es decir el ganadero, para confirmar que se han producido daños en la cabaña ganadera; tercero, las indemnizaciones, que son consecuencia de los dos anteriores, y que además, deben cumplir una premisa básica: que sean justas y estén en consonancia con la perdida real.

No se puede aceptar de ninguna manera  que el lobo este sobreprotegido e incluido en  el listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, agravando la situación de nuestros ganaderos, y se debe actuar claramente sobre la especie, disminuyendo su censo. ¿Cómo se puede aumentar la protección de la especie si hay el doble de manadas que hace 20 años? En Asturias, y hay que decirlo alto y claro, llevamos años sin cumplir el Plan de Gestión, hecho que ahora se ve agravado por la prohibición del Ministerio de actuar sobre la población de lobo.

Facilitar a los ganaderos, cuando tienen un daño por fauna salvaje, debe ser prioridad de la administración.

El lobo, al norte del Duero, no puede estar incluido en el LESPRE. Y para ello, el articulo 55.2 de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre que establece como incluir o excluir una especie en este catalogo, así como el art. 6 del RD 139/2011, es preciso utilizar todos los medios legales al alcance para  iniciar un procedimiento de EXCLUSION de la especie en este listado y poder actuar sobre la excesiva población de lobos que merma la productividad de nuestros ganaderos. Es necesario y urgente, no solo la vía judicial: también la administrativa y la política.

Los ganaderos necesitan hechos y no palabras; transmitir desde las instituciones una señal clara e inequívoca de CONFIANZA en nuestros ganaderos, y proceder con protocolos sencillos, facilitadores para quien sufre el problema de los daños, y no ser la administración un problema añadido al ya existente.

Facilitar a los ganaderos, cuando tienen un daño por fauna salvaje, debe ser prioridad de la administración. En muchos casos, los ganaderos deben dedicar muchas horas del día para acompañar al agente del Medio Natural al lugar del siniestro y en otros muchos, ni tan siquiera de da parte de daños, justamente para evitar perdidas de tiempo, que muchas veces acaban en denegación de la indemnización, tras ser devoradas por carroñeras y no dejar, cuando comparece el agente, rastro alguno del animal siniestrado.

Es necesario, primero ser conscientes de la necesidad de apoyar y reconocer la actividad ganadera y en el medio rural, no siendo cicateros en ello, y segundo, indemnizar de manera lineal

Asimismo, los Agentes del Medio Natural dedican gran parte de su jornada de trabajo en la visita a partes de daños por lobo/oso en la cabaña ganadera, dejando de realizar otras muchas funciones importantes para vigilar y preservar el medio natural de Asturias.

La media de animales afectados desde 2015 a 2020 es de 2.947/año, pero no se tienen  en cuenta ni los muchos animales que no se dio parte de daños por razones ya esgrimidas ni aquellos que se determinó por parte de la Administración Regional que el daño no era indemnizable; y en cuanto a las indemnizaciones recibidas en este mismo periodo, la media alcanza los 889.989€/año, y por tanto, tenemos que los ganaderos han recibido una indemnización  por animal una media de 300 €, algo realmente sonrojante; y sobre todo, no deja de ser paradójico que duplicando el numero de manadas en 20 años, haya menos daños y sea menor la indemnización recibida.

Los animales de las distintas especies domesticas están perfectamente identificados, incluidos en programas informáticos del Principado de Asturias, donde consta desde identificación, edad, raza, y CEGA al que pertenecen, y por tanto, persona física o jurídica responsable de los mismos.

Que NO SEA NECESARIO LA COMPROBACION IN SITU DE LOS DAÑOS POR FAUNA SALVAJE (OSO Y LOBO), RESULTANDO AUTOMATICA LA INDEMNIZACION es una decisión política urgente, pudiendo desde la administración realizar la comprobación in situ de 10% de los partes declarados, elaborando un protocolo de elección  de las inspecciones.

Otro problema que debe de subsanarse y reducirse al mínimo son las cantidades que perciben los ganaderos por los daños sufridos. Un ejemplo que puede ilustrar las perdidas e indemnizaciones actuales:  cualquier empresa, del tipo que sea, plantea unos ingresos y gastos en función de las ventas de los productos/bienes que produce; si una fabrica de coches no pudiese vender los coches previstos, porque un agente externo se los “comiese” cuando estaba a medio montar, y la administración le pagase menos de la mitad del valor de venta, la empresa no seria rentable, no le saldrían los números, y tendría que cerrar.

Eso es lo que pasa con los ganaderos afectados por los daños de fauna salvaje: un ternero, un cordero, o colmenas, son un intermedio de la producción de esta actividad, no son el producto final del que se pretende obtener un beneficio. Es necesario, primero ser conscientes de la necesidad de apoyar y reconocer la actividad ganadera y en el medio rural, no siendo cicateros en ello, y segundo, indemnizar de manera lineal, y solo  tener en cuenta la raza de la especie y alguna otra consideración especial (si son sementales o no, por ejemplo) ,pero no basarse en un sudoku para llegar a determinar la cuantía de la indemnización, que en el momento actual solo contempla el valor del animal en el momento del siniestro pero no el valor que el ganadero espera obtener cuando se complete el ciclo productivo de cada explotación.

Rectificar la sobreprotección del lobo, confianza en los ganaderos e indemnizaciones justas ¿Es tanto pedir?

Luis Venta Cueli, Veterinario Consejeria Medio Rural y Cohesión Territorial