El juzgado de Cangas de Onís saca del letargo el caso "Banco Pastor" e impone una fianza de 3 millones de euros al único imputado, Manolo Mori, exdirector de la entidad financiera sobre el que pesa una acusación de estafa.
El juzgado cangués impone la fianza para cubrir la responsabilidad civil que se derive del caso que afecta a más de 50 clientes presuntamente estafados.
El escándalo del "Banco Pastor" de Cangas de Onís estalló a mediados de 2013 y fue en abril de 2014 cuando Mori, ya extrabajador de la entidad financiera, que le despidió, pasó por el juzgado de Cangas de Onís, donde declaró haber mantenido una banca paralela durante años. Mori, siempre según su declaración, prestaba dinero de las cuentas de unos clientes, a otros clientes, siempre a espaldas de la dirección de Banco, cuyos auditores habían llegado a poner a la oficina canguesa como ejemplo de rentabilidad.
«Yo no me llevé nada», fue lo primero que declaró Manolo Mori a la prensa tras destaparse el escándalo, por eso no resulta extraño que ahora se haya declarado insolvente. Mori fue portada de periódicos nacionales y hasta de la Revista Interviú, que publicó un reportaje sobre el caso.
El juzgado de Cangas de Onís apunta a que la causa será juzgada, con total seguridad en la Audiencia Provincial por tratarse de un caso muy complejo.
El Banco Popular, que había adquirido el Banco Pastor meses antes de descubrirse el "agujero" en la oficina de Cangas de Onís, llegó a acuerdos con parte de los afectados, pero los que aseguran haber perdido cantidades muy importantes siguen a la espera de que haya juicio y «alguien nos devuelva nuestro dinero».
