El suizo Jacques Sangrouber, que falleció a los 65 años de edad, en junio de 2022, ya es Hijo Adoptivo de Nava, a títlo póstumo. El Pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad la concesión de dos títulos de Hijo Adoptivo, el del fundador del Club de Esquí l'Esguilu y el del párroco Eduardo Solís, natural del concejo de Aller, donde nació en 1953 y que lleva tres décadas como párroco de Nava.
El alcalde socialista, Juan Cañal, destacó la importancia de “reconocer la dedicación e implicación para impulsar el concejo, en todos los ámbitos”.
Sangrouber
Sangroueber, desde que llevó a Nava mostró una gran implicación en la vida del concejo y en su tejido asociativo, formando parte de la Buena Cofradía de Los Siceratores y de la Asociación Cultural la Puente Arriba. Además, fue el fundador del grupo de esquí L’Esguilu, profesor del Centro de la Madera El Prial y colaboró de manera altruista con la agrupación local de Protección Civil de Nava. «Lo dio todo y su grado de compromiso era altísimo con Nava y su gente; hizo una labor impagable en Protección Civil», aseguró Cañal.
Solís
Eduardo Solís, que lleva 30 años como párroco en Nava, se ordenó sacerdote en 1977 y después se marchó a Roma para continuar su formación. “Prestó toda la ayuda posible en los meses más duros de la pandemia, todos pudimos ver su parte más humana”, indicó el alcalde. Durante su trayectoria ha sido formador en el Seminario Metropolitano de Oviedo y director de la Casa Sacerdotal Diocesana. Actualmente es el Arcipreste de Siero. Entre sus hitos en el municipio destacan:
- Impulso de la labor de Cáritas para con personas necesitadas, complementando la labor social municipal y comarcal.
- Recuperación de las procesiones de Semana Santa (desde 1996)
- Rehabilitación, mantenimiento y cuidado de las capillas, iglesias y cementerios. Jaques
