«Esto es un cuarteto de trileros», las duras palabras de Brea hacia el alcalde de Colunga

El grupo municipal del PP califica de «anomalía democrática»
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photo_camera Justino Pérez, concejal y presidente de la junta del PP de Colunga, junto a Javier Brea, concejal y candidato a la alcaldía en las pasadas elecciones.

Colunga continúa sumida en una crisis política sin precedentes que el PP del concejo no ha dudado en calificar de «kafkiano» y «anomalía democrática» en la rueda de prensa ofrecida por Javier Brea, concejal y número uno popular en las pasadas elecciones, y Justino Pérez, quien además de concejal es presidente de la junta del PP de Colunga. «Se está intentando lanzar como señuelo el tema de la retribución económica, y el Partido Popular no puede pasar por ahí», aseguraba Brea, «este señor lo que no ha hecho nunca ni quiere es dar las delegaciones con sus correspondientes competencias».

Con "este señor", Brea se refería a José Ángel Toyos, alcalde por Foro del concejo; al que el PP señala por incumplir el pacto al que se comprometió al ser investido alcalde con el apoyo popular. «Es propio de un sainete español», declaraba Brea, «reniega de sus socios, que le han investido alcalde, y dice que se ha equivocado de novia». No acaba aquí el desconcierto de Brea, que además de calificar a Toyos de autócrata asegura que tiene claro que no quiere gobernar con sus socios y asegura que las retribuciones, establecidas en el pacto y «ajustadas por Ley». «Este señor no ha entendido que no es nuestro jefe sino nuestro socio», decía notablemente molesto Brea, «¿entonces qué hace? Mentir y difamar desde el día siguiente a las elecciones».

Esto es un cuarteto de trileros que ha terminado en una situación absolutamente anómala. Es una anomalía democrática con mayúsculas.

Más allá del notable malestar con la situación, Brea acusaba a Toyos de ser un «usurpador». «Para investir a alguien alcalde, una de dos», argumentaba para explicar esta acusación «o tienes la mayoría de los votos o tienes la mayoría de los apoyos plenarios; si careces de la primera y la segunda eres un usurpador y lo que debería hacer este señor es reconocer que ha sido un pacto fallido y dimitir». Una situación, la de la dimisión, que ha sobrevolado sobre la intervención de Brea asegurando que «si no lo hace, habrá que intentar por otros medios que lo haga pero hay que corregir esta anomalía democrática».

Sin posibilidad de acuerdos

Lejos de creer que hay posibilidades de encauzar la situación, Brea manifiesta su descrédito al respecto. «Posibilidades de hablar todas, probabilidades de que hablemos casi ninguna», decía el concejal del PP, «no ha habido ninguna reunión de organización más allá de las del pacto. La situación es tal que el PSOE llegó a un pleno y se enteró de quién era su representante según el alcalde».

El recorrido debería ser una moción de censura. 

«Sería mucho más sencillo que Foro coja el toro por los cuernos y aparte a este hombre», declaraba Justino Pérez, «como responsabilidad política de un partido que está gobernando la alcaldía de Gijón con un acuerdo perfectamente asumible por la ciudadanía y por el pleno, Foro debería de actuar sobre la candidatura que presentó en Colunga». Una que Pérez ha recordado «también es una anomalía que de los 11 miembros de la lista, sean todos independientes».

Foro tiene que hablar con sus cuatro concejales, y tomar una decisión. Si Foro interviene, tenemos votos suficientes para gobernar la derecha en Colunga.

Lo que podría parecer una bronca entre socios de gobierno va mucho más allá. Y es que la actual situación del Ayuntamiento de Colunga hace que no exista organización municipal de ningún tipo. «El tema de los despachos es una anécdota», decía Pérez a colación del desalojo que Toyos solicitó al grupo popular, «no tenemos ni periodicidad en los plenos, no hay Junta de Gobierno local». Es tal la repercusión del actual desgobierno que acciones que estaban encauzadas, como el nuevo espacio del coworking del concejo aprobado por Madrid y que contaba con el respaldo de la Cámara de Comercio, se van a perder. «El verdadero drama de Colunga», aseguraba Brea, «es que llevamos 20 años parados y lo que nos queda».