El Ejército reconoce al fotógrafo Imanol Rimada por una serie de imágenes sobre su labor en la pandemia

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El ejercito desinfecta Pola de Siero

La tituló “El enemigo invisible” porque aquel día, le pareció estar en una guerra. El fotógrafo Imanol Rimada Martínez se ha alzado a sus 28 años con el Premio Ejército 2021 en la categoría mejor serie de fotografías por seis imágenes que muestran la lucha contra el coronavirus  de las Fuerzas Armadas en La Pola.

imanol-rimada-01Imanol Rimada en la estación de tren donde realizó la serie de fotografías.

El jurado, presidido por el general de División Enrique Bohigas Jayme y tras una difícil decisión debido a la alta participación y a la calidad de los trabajos presentados, estimó que las fotografías de este joven criado entre La Pola y Sariego mostraban a la perfección el objetivo del certamen. «Es como entiendo la fotografía, sintetizar la mayor información posible en una foto y contar lo que pasaba en esos momentos», explica.

De aquella no había mascarillas, yo llevaba una que estaba reutilizando y estuve con ellos bastante tiempo, por la tarde comencé a sentirme mal y por la noche me encontraba peor, pensé que a lo mejor me había contagiado porque de aquella todo era coronavirus y se pasaba miedo

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Y lo que ocurría aquel 1 de abril de 2020, en pleno confinamiento y con las calles prácticamente vacías, era el desembarco de soldados del Acuartelamiento de Cabo Noval en La Pola para realizar labores de desinfección en la estación de tren y en la de autobús. «El día antes habían estado patrullando las calles, parecía una película, además eran días grises, con el cielo plomizo», recuerda Rimada, que pasó toda la jornada con los militares.

Su afán le valió una intoxicación de lejía que ahora recuerda como un mal menor. «De aquella no había mascarillas, yo llevaba una que estaba reutilizando y estuve con ellos bastante tiempo, por la tarde comencé a sentirme mal y por la noche me encontraba peor, pensé que a lo mejor me había contagiado porque de aquella todo era coronavirus y se pasaba miedo», rememora.

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De aquella jornada salieron unas 200 imágenes. Y después llegó el concurso. «Un día me acordé, sabía que existía y busqué a ver cuándo era la convocatoria, pensaba que tenía un trabajo potente que presentar», apunta. Y no se equivocó. El premio está dotado con 3.000 euros, trofeo y diploma. «Fue toda una sorpresa porque no contaba con ello y viene muy bien como colchón en estos tiempos tan inciertos», añade.

Asimismo, señala que le costó encajar el orden de las fotos. «Había algunas muy artísticas, pero no contaban mucha información y quería que con esas seis se entendiera el reportaje global». Lo consiguió con las imágenes que rodean esta información.

Un año después, Rimada recuerda «el agobio» que por entonces suponía salir a la calle y las miradas de desconfianza de la gente desde las ventanas. «Fue algo histórico que nos tocó vivir, pero espero que no se vuelva a repetir», confía.

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Desinfección en el andén de la estación.

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FOTOS: Imanol Rimada