LA POLA

Polémica caballar en el Fonganón de Pola de Siero

La concesión en precario del antiguo campo de fútbol al club hípico El Asomu, trae cola

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Líos en el Fonganón

 

La concesión –siendo alcalde Eduardo Martínez Llosa, de Foro– del antiguo campo de fútbol el Fonganón, de titularidad municipal, al club hípico El Asomu, de Pola, sigue dando que hablar en el concejo y entre los aficionados a la hípica.

Ayesa, del club hípico Zauber Routes (Siero) critica que se trata de una concesión  «a dedo y sin sacar a concurso» que excluye a otras entidades, lo cual considera «injusto y sangrante».

Antiguos usuarios denuncian la gestión que El Asomu hace de estas instalaciones municipales, por las que no pagan un solo euro al Consistorio y que han dejado de ser de libre acceso para pasar a ser de pago: un candado en la verja impide entrar libremente.

La amazona Carolina Río era usuaria de estas instalaciones y, «aunque al principio todo funcionaba bien, un día le empezaron a pedir un seguro por si me pasaba algo», señala. Un seguro que no era necesario «porque estaba federada y eso ya me cubría», explica.  Tras el seguro, le comenzaron a pedir una cuota mensual de 80 euros «se supone que esta cuota era para hacerme socia y, la verdad, no le veía mucho sentido porque se trata de unas instalaciones municipales llevadas por una entidad sin ánimo de lucro, ¿para qué necesitan socios? Otra cosa es que fuese un club privado» asegura.

Carolina también participaba en concursos: «cuando salías a competir y llegabas por la noche, estaba todo cerrado. Tenías que llamarles por teléfono y esperar a que llegasen para poder dejar a los caballos en la cuadra. Todo eran inconvenientes».

Además de por las cuotas, «me fui porque no me gustaba lo que veía», señala Río, quien considera que «los boxes no reúnen las condiciones adecuadas para tener caballos». Por aquel entonces no tenían agua para ellos, utilizaban bidones. El enganche al servicio de aguas lo solicitaron en 2017. También recuerda que había «un perro atado y ladrando todo el día».

Otro jinete, Larabas Hadi, acudía dos veces por semana a entrenar allí. «Al principio estaba abierto a todo el mundo y el acceso era libre», señala. Sólo se pagaba por las clases de equitación al monitor. Comenzó en las instalaciones del Fonganón tras participar en un Campeonato Inter Club organizado por el Asomu, en el año 2015. En la prueba lo vio el monitor «y me propuso ir a entrenar». Le gustó la propuesta sobre todo por la pista de salto que hay allí.  Al poco tiempo «comenzaron a pedirme 70 euros por acceder al campo», cuantía que abonó un mes; pero al pedir a los gestores del Fonganón el recibo correspondiente al abono, estos le dieron largas y, cuando se lo dieron, «en el concepto ponía que era por clases de equitación, clases que ya veníamos pagando al monitor».

Desconoce en qué se fundamenta la tasa, aparte de por el acceso a las instalaciones, «cosa extraña, ya que se trata de unas instalaciones municipales, por lo que el precio de acceso lo tendría que estipular el Ayuntamiento», afirma.

Cristina y Larabas, indignados ante lo que consideraron un abuso por parte del Asomu, y acompañados de más gente que no estaba de acuerdo con la forma de llevar el centro hípico, fueron al Ayuntamiento a quejarse. «La respuesta que nos dieron fue que nos pusiéramos de acuerdo con la gente que lo llevaba», critican.

Haidi no entiende cómo unas instalaciones «que son públicas, y que estábamos usando todos los aficionados, pasen ahora a ser una concesión gratuita».

En Siero hay mucha afición y, al principio, cuando el campo era de acceso libre, acudían jinetes de Lieres, Aramil, El Berrón y La Pola. Desde que en diciembre de 2016 pusieron el candado «salimos todos perjudicados», afirman los dos jinetes.

Ante esta situación son muchas las personas que se han ido  del Fonganón y están tratando de crear su propio centro hípico, cumpliendo la larga lista de requisitos que, desde el Ayuntamiento, se exigen para poder abrir uno.

El Club Hípico Zauber Routes de Siero cumple con todos  ellos. «He tenido Centros en otros concejos y la verdad que, cómo en Siero, nunca me pidieron tantos requisitos y permisos en ningún lado», señala su responsable, Ayesa. A pesar de ello, consiguió reunirlos todos, y cumple con todos los permisos. «No entiendo cómo a unos nos piden tanto y a otros les regalan hasta la pista», denuncia.

Por la tradición y afición ecuestre que hay tanto en Asturias como en Siero, Ayesa considera que es bueno que Siero cuente con un Centro Hípico con las características que ofrece el antiguo campo de fútbol del Romanón, pero opina que «lo más sangrante de esta situación es que se trate de unas instalaciones municipales y su concesión se haya hecho a dedo, sin haberlo sacado a concurso. No es justo para las demás empresas que nos dedicamos a ello porque no pudimos optar a ese Centro». Unas instalaciones que al Asomu le salen gratis. «El Ayuntamiento no está teniendo beneficios por estas instalaciones, aunque fuese un alquiler de las mismas», lamenta, mientras reconoce que  «no es de extrañar que hayan cerrado sus antiguas cuadras y pasasen a estas, que les salen gratis».

Ella estaría encantada de contar con unas instalaciones como las municipales, especialmente por la pista «donde se podrían estar dando hasta clases de hipoterapia». Y cuestiona que el club Asomu cuente con todos los permisos necesarios, haciendo especial referencia al pupilaje «donde nos exigen mucho». «A unos nos exigen mucho y a otros no les piden nada, lo que nos sitúa en una clara indefensión», se lamenta.