Los orígenes de los sidros en una exposición en Siero
Los sidros son identidad como pueblo. Identidad de Siero. Pero, en particular,, identidad del pueblo de Valdesoto. Los orígenes de esta mascarada, legado de nuestros antepasados, se recogen en la exposición “Los sidros y comedies de Siero, patrimonio cultural inmaterial asturiano”, de la que es comisaria la polesa Alicia Vallina.
Una melancólica mirada atrás «en la que mostramos su pasado porque tenemos mucho futuro», tal y como aseguró el presidente de El Cencerru, Pergentino Martínez, en la inauguración de la muestra, en la que también quiso agradecer la colaboración de todas las personas e instituciones que la hicieron realidad. En la puesta de largo de esta muestra también intervinieron la concejala de Cultura de Siero, Aurora Cienfuegos; la directora general de Patrimonio, Otilia Requejo; el director de la Fundación Municipal de Cultura, Ramón Quirós y la propia comisaria.
Alicia Vallina durante su intervención.
«La pervivencia de estos ritos, costumbres y tradiciones ancestrales nos provoca aún hoy cierta mirada nostálgica hacia una sociedad rural y preindustrial que ha sido devorada por el progreso y la modernidad», aseguró la comisaria, quien animó a «respetar este legado que nos dejaron nuestros antepasado, símbolo ancestral de nuestras tradiciones, de nuestro particular sentido de ver la vida y del carácter genuino de ser asturiano».
Por su parte, la directora general anunció que la culminación del proceso para que los sidros y les comedies sean declaradas BIC inmaterial está muy cerca, aproximadamente un mes. A lo largo de las próximas semanas el Consejero de Gobierno aprobará el reconocimiento iniciado en 2018.
Dos de los componentes del colectivo El Cencerru, Cristina es la primera mujer que se viste de sidro.
La pieza clave de la muestra es el traje de sidro, donado en 1942 el alcalde conservador, Antonio Rodríguez Fernández, al antiguo Museo del Pueblo Español, de Madrid, hoy Museo Nacional de Traje. Ocho décadas después la indumentaria regresa al concejo. Los trajes característicos de los comediantes, que escenificaban al aire libre sus representaciones (siempre con mordaz humor e ironía) y dos máscaras de 1950, cedidas por El Cencerru, completan esta muestra en lo que a indumentaria se refiere.
Miembros de El Cencerru posan con el traje de sidro de 1942.
José Noval, conocido como “Siero”, autor de las comedias más antiguas que se conservan, tiene su espacio en esta muestra con varias de sus libretas originales, custodiadas en manos de sus familiares.
El abundante material bibliográfico, firmado por el cronista oficial de Pola de Siero, Fausto Vigil, y los estudios de los sidros y comedies de Siero (desde su origen y su vinculación con otras manifestaciones culturales de similar calado) del catedrático de Historia y decano de la facultad de Oviedo, Juan Uría Ríu, también forman parte de esta colección dedicada a la máscara local.
Una de las fotografías antiguas de la muestra.
La muestra concluye con un conjunto de fotografías realizadas por el periodista y fotógrafo Iván G. Fernández y con una proyección audiovisual de la representación de la comedia presentada en el domingo de Sidros.
La exposición permanecerá abierta hasta el 2 de junio en la sala de exposiciones de la Casa de Cultura de la capital sierense.
Los cuadernos originales de "Siero".
