Opinión

Diez años sin Emilio Llamedo, en otra edición sin descenso

Emilio Llamedo Olivera

Diez años sin un amigo se convierten en algo más que la definición de un período de tiempo. Son diez años de convivencias, de ilusiones, de sinsabores, de retos, de alegrías y de penas de interesarse por los tuyos, por los míos, por los nuestros. Diez años sin el amigo Emilio Llamedo Olivera son todo eso y mucho más.

Era sábado 30 de Julio de 2011 y el Descenso Internacional del Sella estaba a la vuelta de la esquina, a escasos siete días de su celebración. El equipo de Emilio, El CODIS, ataba los últimos cabos de la organización, basándose en el guión que, por escrito, nos daba nuestro presidente, Emilio Llamedo, a cada uno de nosotros para que todo estuviera listo en cada momento.

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Emilio Llamedo, sentado a la izquierda, con su equipo del CODIS, una foto de la década de los ochenta.

Era sábado, repito, y yo había cogido el autobús de madrugada desde Cangas de Onís para dirigirme a la sede del CODIS  ya que nuestro presidente se encontraba muy delicado desde hacía algún tiempo. Serían las nueve de la mañana. Como a la altura del Portazgo comienzo a escuchar una estruendosa retahíla de voladores. El humo de las explosiones sitúa a los lanzadores en el barriu de El Barcu, en las cercanías donde vive la familia Llamedo. Arriondas está de fiesta. Son Las Fiestas de La Peruyal, alegres y participativas como pocas. Al cruzar el autobús el puente de Arriondas, el ruido de los voladores casi me impide escuchar el sonido de una llamada a mi móvil. Lo cojo y la voz de Manolo Fonseca de la Llave, el que fuera Presidente de la Federación Española de Piragüismo,  Director General de Deportes de Barcelona 92 y muchas cosas más,  me dice: “Carlos, no sé si ya lo sabrás, me llamó Marisa, la mujer de Llamedo, comunicándome el fallecimiento de Emilio”. Algo más conversamos pero no recuerdo nada que pueda transcribir.

Aquel Sella del año 2011 salió según el guion previsto por Emilio Llamedo Olivera (salvo su último descenso espiritual por el Sella, a manos de su hijo Emilio Olivera Iglesias), mi único presidente del Comité Organizador del Sella, lo que quiere decir que el Descenso Internacional del Sella de 2011 salió perfecto. Emilio ya no volvería a estar presente en ningún otro Sella, salvo en la memoria de muchos. Yo, tampoco.