Comarca Picos de Europa
FOTOS El Arzobispo no ser mordió la lengua en Covadonga
La ausencia de los responsables polítcos del PSOE asturiano hoy en Covadonga había levantado mucha expectación ante la homilía del Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, que no defraudó a sus acólitos, que no son pocos.
Hoy, 8 de septiembre, Día de Asturias y Día de Covadonga, no asistieron a la misa en la Basílica del Real Sitio ni el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón; ni el presidente de la Junta General del Principado, Juan Cofiño, ni la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, y sí estuvieron una legión de alcaldes, diputados regionales, diputados nacionales, senadores... del PP, con Álvaro Queipo a la cabeza; así como los portavoces parlamentarios de Foro y Vox en la Junta General del Principado; también el expresidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos; además de un nutrido grupo de empresarios asturianos de primera línea y una amplia representación del más alto escalafón militar.
El arzobispo se refirió a los socialistas que criticaron sus homilías de años anteriores, sin nombrarlos: «Enseñar al que no sabe es una obra de misericordia. Dado que algunos están empeñados en enseñarme a predicar, intentaré mejorar y ser niño aplicado. Y es que parece que no son suficientes mis dos licenciaturas y un doctorado para superar esta reválida de los que jalean en ruedas de prensa o en cartas abiertas con vaselina protocolaria. Sinceramente, no hace falta que me enseñen cómo se hace una homilía o que sincronizadamente pretendan censurármela desde el conocido género tan manido del fango ultraderechista de marras. Bien sé yo que este púlpito no es una tribuna para debates políticos, ni el palenque de la arenga mitinera, ni la barra de un chigre donde se habla un poco de todo. Este púlpito no tiene detrás unas siglas políticas aunque algunos se empeñen en ponerlas, sino un juicio moral que nace de la Palabra de Dios y de la tradición cristiana. Aquí no hablamos de indultos, de cupos, de amnistías, de impuestos turísticos, ni de los bulos de los que quieren gobernarnos por bulerías. Hablamos de otras cosas». Y comparó la prédica en Covadonga, con sus intervenciones en otros foros: «He tenido que dirigir mi palabra en el Parlamento europeo, en Estrasburgo, por mi condición de director del departamento de cultura del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa, como lo he hecho en Riga (Letonia), en Roma, en Lisboa y en otros lugares. Allí el discurso fue otro ante los políticos, diplomáticos, periodistas y obispos que me escuchaban. Como también eran otros los temas cuando he ejercido como profesor en mi cátedra universitaria en Madrid, o en Roma, o en Alemania. Aquí en Covadonga en el día de la Santina, es otro el tema y son otras las forma».
Sanz Montes recordó que «Las puertas están abiertas en la casa de María, y la libertad intacta para quien quiera acercarse como hacéis los aquí presentes»