A las 10h, momento en el que la prensa llegó a Arroes, la emoción era palpable en la calle. El frío de esa hora de la mañana no desalentó a los cientos de vecinos del pueblo y de otros que se agolpaban tras las vallas colocadas por la organización del premio "Pueblo Ejemplar de Asturias". Uno que, hora y media después, se materializaría con la llegada de la familia real a este pequeño municipio del concejo de Villaviciosa. Había nervios, ganas y emoción. Y Sus Majestades no defraudaron a los presentes.
A las 11:30h, hora prevista para su llegada, la familia real comenzaba con puntualidad a recorrer las calles de esta pedanía saludando a cuántas personas les tendían la mano. Les acompañaba en la comitiva el alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega Riego; el presidente del Principado, Adrián Barbón; la delegada del Gobierno, Delia Losa; y el ministro de Agricultura, Luis Planas.
Tras visitar a Javier Arroes, hijo predilecto de Villaviciosa y guardián de la música tradicional asturiana que se ha encargado de recopilar, la familia real llegó al mercado tradicional donde, además de interesarse por la artesanía y las madreñas, la Reina eligió unos pendientes como recuerdo. «Estamos muy contentos de que estén aquí», decía una vecina que llevaba desde las 9h esperando su llegada y que no dudó en regañar a parte de la prensa por quitarle la vista, «esto es muy importante para nosotros».
La ruta por Arroes, que a la prensa se nos marcaba casi que a golpe de corneta por parte del equipo de seguridad de Casa Real, continuó con la interpretación de la agrupación folklórica del concejo "Aires de Villaviciosa" del "Xiringüelu". Un paso previo a que el maestro gaitero "El Praviano" tocara y cantara simultáneamente como acto de homenaje al gaitero de Libardón. Un momento muy disfrutado tanto por la Reina, que admiraba sonriente al gaitero, como por sus hijas, que no se perdían detalle de la actuación.
Tampoco lo hicieron cuando Juan, el nieto del gaitero de Libardón, se acercó a conversar con ellas; o cuando se pararon a conversar con algunos niños de las escuelas rurales del concejo, uno de los momentos más entrañables y en los que hemos podido ver a la familia real más distendida.
"Tengo que aprender pronto a escanciar", la declaración de intenciones de Leonor en el Pueblo Ejemplar
Tras descubrir la placa conmemorativa del galardón "Pueblo Ejemplar" en forma de manzana, era momento de probar la sidra. Y, aunque el viento jugó una mala pasada al escanciador, la reacción de la familia real fue reírse ante su broma que no pudimos escuchar quienes, como prensa, estábamos "castigados" a demasiada distancia incluso para verles. «Los Reyes probaron la sidra», chivaba a este medio una vecina encaramada en la valla, «y riéronse mucho con el pequeño contratiempo, que puede pasarle a cualquiera».
Había llegado el momento de los discursos y de la entrega de diploma. Pero no solo intervendrían el alcalde de Villaviciosa, que recordó que «necesitamos un acuerdo nacional en defensa del mundo rural, que aborde con prioridad los problemas del sector primario y agroganadero pues, sin ellos, no hay paraíso». También intervinieron Lucía Barrio y Álvaro Suárez, jóvenes vecinos, quienes no dudaron en asegurar que «este premio no es solo para quienes habitamos estas parroquias».
Es también para quienes ya no están y trabajaron duro para dejarnos un legado que tenemos el compromiso de mantener
La Princesa Leonor dio el relevo a la juventud del concejo y provocó la risa y los aplausos de los asistentes, autoridades incluidas, cuando aseguró que tiene que aprender a escanciar. Un pequeño guiño a la tierra materna y al que continuaría poner en valor que las tres parroquias son «el ejemplo de que una aldea también es un buen lugar para la innovación tecnológica y social».
Habéis sabido compartir valores, inquietudes y lazos culturales y familiares para seguir construyendo un entorno más favorable y un futuro mejor
Tras la Princesa, sería momento del discurso del Rey quien aseguró que Arroes, Peón y Candanal son «un ejemplo de cómo las comunidades pequeñas atesoran valores fundamentales para el progreso de la sociedad: el respeto por el medioambiente, la sintonía entre tradición y desarrollo sostenible y la cooperación vecinal, a través del intercambio de experiencias y conocimientos».
Valores de una vida basada en el afán de mejora y en la convicción de que, colaborando unidos, con intereses e ilusiones comunes se puede construir un futuro mejor
El monarca también ensalzó la belleza del paisaje, la tradición sidra e, incluso, la economía ganadera de la zona antes de mencionar el peso que el asociacionismo tiene en esta parroquia. «Sois el símbolo de las virtudes con las que se puede construir una vida dinámica, solidaria y proyectada hacia el futuro desde o en lugares como este», declaró Felipe VI.
Me gustaría que esta magnífica palabra, esperanza, os acompañara siempre. Que con ella sigáis adelante edificando una vida digna, de progreso y vitalidad, de solidaridad y respeto
Peón y el CTIC, los siguientes puntos de la agenda del día del Pueblo Ejemplar
Con una hora de retraso, reflejo de que la familia real estaba disfrutando de la visita a Arroes, llegaron a Neon para inaugurar otra placa conmemorativa del "Pueblo Ejemplar" antes de conocer la asociación de vecinos en la que tecnología y sociedad se dan la mano gracias a un aula en el que conviven distintas generaciones con una finalidad: digitalizar material gráfico y de texto de las distintas parroquias.
Tras pasar revista a "Galo", un imponente toro ganador de varios certámenes y que ha servido para que la familia real conversara con ganaderos locales, la última visita del día era el CTIC. Un lugar en el que no solo han podido probar el simulador climatológico, aunque la prensa no haya podido presenciarlo, sino que además tuvieron la oportunidad de conocer de cerca el sistema de pastoreo inteligente que se está poniendo en práctica en el centro.
Los actos del día terminaron en la estricta intimidad de la familia real con los vecinos de las tres parroquias en torno a una comida de campo celebrada en Arroes a la que solo se permitía la asistencia de una persona por casa.
