"Hoy es un buen día para proclamar ante todos, ante SS.MM. y SS.AA.RR. la lealtad de Villaviciosa, a los valores constitucionales, a nuestra monarquía parlamentaria y a nuestra Constitución"

Discurso íntegro del alcalde, Alejandro Vega, en la entrega del Premio Pueblo Ejemplar de Asturias en Arroes
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photo_camera Vega conversa con el Rey tras entregarle el bastón de mando municipal en Arroes. Iván Martínez | ©FPA

Hoy es 21 de octubre. La misma fecha que la última vez que estuvieron Sus Majestades en Villaviciosa. Han pasado 32 años desde el Premio Pueblo Ejemplar a CUBERA en 1991, y sólo 6 desde Poreñu, en 2017.  Con Poreñu,  celebramos que 500 años después de aquel 19 de septiembre de 1517, en el que el Rey Carlos pisó por primera vez tierra hispana, aquí en Villaviciosa, acompañado de su hermana, la Infanta Leonor,  el Rey estaba de nuevo en Villaviciosa. Y hoy lo hacemos de nuevo muy felices y agradecidos  por su presencia aquí junto a S.M. la Reina Doña Letizia, y SAR, la Princesa de Asturias, Doña Leonor, y la Infanta, Doña Sofía, a las puertas de un momento histórico para la Princesa de Asturias, y por tanto, para nuestro país.    

Fue Álvaro Cunqueiro, quien dejó escrito que “los caminos, como los ríos, dan lugar a la gente, a las posadas, a las lenguas, a los países”, y eso se refleja muy bien en el caso de este valle

Escribimos así un nuevo capítulo en la historia de la vinculación de nuestro municipio con la monarquía histórica de España, que se ha mantenido en el tiempo, desde la fundación misma de la entonces tierra de Maliayo,  por Alfonso X El Sabio en 1270,  que ha sido acogida en nuestra democracia, tras referéndum, en nuestra Constitución de 1978.  Como hicimos aquí en Villaviciosa, en 1991, y reiteramos en 2017, de nuevo en tiempos convulsos, hoy es un buen día para proclamar ante todos, ante SM y SAR, la lealtad de Villaviciosa, a los valores constitucionales, a nuestra monarquía parlamentaria y a nuestra Constitución.               

Majestades, Altezas, en un nuevo día para la historia de Villaviciosa, podrán conocer estas tierras, pobladas desde muy antiguo,  y asentadas en el valle que hizo el río que en su desembocadura, llamamos río España. Atesoran más de mil años de convivencia entre la Pola de Maliayo, La Villa, y los dos valles, separados por El Cordal, el de Valdedios, y el valle de Pión, que une a estas tres parroquias.  Un valle, que nos une también con nuestro concejo vecino de Gijón, especialmente, en la historia de hermanamiento de la Peña de los Cuatro Jueces, junto a los concejos de Siero y Sariegu.

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Vega durante su discurso en Arroes.

Fue Álvaro Cunqueiro, quien dejó escrito que “los caminos, como los ríos, dan lugar a la gente, a las posadas, a las lenguas, a los países”, y eso se refleja muy bien en el caso de este valle,  donde las tres parroquias, se han unido entorno a objetivos comunes, dando como resultado este Premio del que en Villaviciosa nos sentimos orgullosos y agradecidos.

Hoy queremos resaltar aquí, las razones principales para este premio:

  • Un activo asociacionismo en las tres parroquias, que hunde sus raíces en el trabajo de los vecinos para afrontar la construcción de las primeras escuelas en Candanal, Peón y Arroes, o en la Sociedad de Ganaderos San Antonio de Padua en Peón, origen hace más de cien años, de la actual Asociación El Valle de Peón y Candanal, que ha pervivido hasta la actualidad en defensa del interés común; al igual que la asociación de vecinos que lleva el nombre de Javier de Arroes, persona clave para la conservación de la historia de la tonada y el folclore astur.
  • Cuatro dinámicas asociaciones de festejos de las tres parroquias que han mantenido las tradicionales fiestas populares.
  • Una destacada implicación vecinal en la comunidad escolar a través de las asociaciones de padres y madres de las escuelas que forman el Centro Rural Agrupado de Les Mariñes.
  • Y al final, pero de forma clave, la implicación social y vecinal en los programas de la Fundación CTIC RuralTech, un centro tecnológico de inteligencia territorial e innovación tecnológica para el medio rural

Más de cien años después, y tras una compleja historia, llena de vicisitudes, hemos tenido la oportunidad de actualizar aquel mandato, tan avanzado para su tiempo, tan innovador, el de crear una escuela de agricultura en su pueblo natal,  en virtud de la apuesta de la Fundación CTIC, como sucesora de la obra del indiano Ramón Alvarez de Arriba.

De nuevo, el sueño de los indianos, como el de aquel niño de cuatro años que partió de Arroes de la mano de su madre, José Luis Corripio Estrada, vuelve a hacerse presente en la historia de Asturias y nos une en el anhelo de un futuro mejor para nuestros pueblos.

Ese futuro que queremos para el mundo rural, ante los problemas que viene sufriendo y que debemos afrontar. Invocamos de nuevo aquí las palabras de Valdedios y Poreñu, porque siguen siendo necesarias. Necesitamos un acuerdo nacional en defensa del mundo rural, que aborde con prioridad los problemas del sector primario, agro-ganadero, pues si ellos, no habrá paraíso.

Majestades, Altezas, aquí en Arroes, y más tarde cuando se desplacen al Valle de Pión y Candanal, podrán a saludar a nuestros mayores. Ellos son, junto a los que desgraciadamente ya no están con nosotros, los que nos han traído hasta aquí. Ellos se han afanado en cumplir el mandato que  aún se puede leer en el dintel del Palaciu Les Portielles de Candanal, que se dedica a la vecina, Paz Menéndez y Estrada de Jiménez, “quien con sus virtudes y talento cuidó y mejoró hasta la abnegación este palacio y sus propiedades que recibió de sus mayores. Imitadla vosotros los que vengáis después”.

Ese mandato, lo recogerán hoy simbólicamente en forma de premio, los jóvenes descendientes de la gente de este valle, y con ello renovaremos nuestro compromiso para mantener el legado de nuestros antepasados, siguiendo la conocida máxima que debería seguirse siempre, y en todo, según la cual, “El verdadero honor es el que resulta del ejercicio de la virtud y del cumplimiento de los propios deberes”.

Quizás Jovellanos, escribió esta frase, desde su solar de Peón, pensando en los habitantes de este valle, que atraviesa el río llamado España.  

Majestades, Altezas, os hemos recibido en este paisaje de pumaraes y manzanes, en este 21 de octubre, que es además, Día Internacional de la Manzana. Os recibimos en la Comarca de la Sidra, en la Capital Manzanera de España, con la aspiración de conseguir el reconocimiento por la UNESCO de la Cultura Sidrera como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad; y donde acabamos de celebrar el Festival de la Manzana, cuya Presidencia de honor aceptó, el entonces joven Príncipe de Asturias, en 1981. Quiero recordar hoy, que en una muestra más del cariño de esta tierra, en 1991, le pudimos entregar la Medalla de Oro de La Villa Imperial, máxima distinción de Villaviciosa. Hoy nos sentidos de nuevo orgullosos de su visita, como pueblo que aspira al  mejor futuro compartido de España. Y por eso les invitamos a volver siempre a Villaviciosa, para que podamos seguir compartiendo, la historia que nos une.

Para invitar a ese regreso, permitidme traer aquí, la referencia que su Majestad el Rey, hizo siendo Príncipe en su primer visita a Villaviciosa, aludiendo a un  romance, que circuló anónimamente por Asturias hace más de cien años, con motivo de la visita al Principado de la Reina Isabel II y del entonces Príncipe de Asturias, después Rey Alfonso XII.  Al final del poema, una campesina lamenta la inevitable marcha de aquel Príncipe hacia la capital del Reino y expresa temblorosamente su temor a que olvide a su Principado.

«Si ansí ye, ¿pa qué veniste?

¿A facenos enaguar,

y conocéte y marcháte,

y quiciás non véte más?»

Majestades, Altezas, les esperamos de nuevo en Villaviciosa

Muchas gracias