No tengo una cuenta en Suiza, ni en Andorra; no tengo una offshore en Panamá; nunca he pillado mordida alguna de ninguna obra pública; no soy político..., pero la semana pasada estuve en el Juzgado de Cangas de Onís, donde la señora Juez –muy amable– me apuntó que declaraba “en calidad de INVESTIGADO”, por la denuncia de un personaje que se ve reflejado en una de las “Preguntinas al llobu de los Picos”, la columna satírica que cada semana pueden leer ustedes en EL FIELATO y que recoge comentarios y sucedidos que están en la calle y son del dominio público. No nos inventamos nada.
El susodicho está en todo su derecho de llevarme al Juzgado y hasta pedir una pena de cárcel, que dicho sea de paso, la pide; pero estarán de acuerdo conmigo que estos asuntos, como las denuncias de los Matamoros, Mila Ximénez, Belén Esteban y demás, deberían dilucidarse en otras instancias, para no restar ni un ápice de dedicación ni esfuerzos al sistema judicial en asuntos importantes de verdad. Acaban de cumplirse cuatro años desde que estalló el escándalo del desfalco y la banca paralela en la oficina del Banco Pastor de Cangas de Onís y, a día de hoy, decenas de afectados siguen sin recuperar su dinero y no se ha celebrado juicio alguno.
Javier Peruyera
