Después de 27 años de servicio en beneficio de la salud y la calidad de vida de los vecinos del municipio, Sariego despidió el sábado al que hasta el pasado mes de junio fue su médico de cabecera, Higinio Bayón Gómez, con una comida homenaje organizada por el Ayuntamiento y que se celebró en la Casería La Maruta. «He pasado unos años maravillosos, estuve muy a gusto con vosotros», aseguró a los asistentes.
Bayón, que inició su etapa de doctor en Galicia, pasó también consulta en Valdesoto y La Pola antes de recalar en Vega en 1995. «Siempre tuve preferencias por poblaciones rurales y sin duda, me quedo con Sariego, aquí estuve muy feliz», recalcó.
Hasta yo era reacio a la cita previa y a día de hoy todavía no sé si ha sido un avance
Bayón y el alcalde de Sariego, Saúl Bastián.
Casi tres décadas dan para mucho y recordó varias anécdotas con pacientes, como la ocasión en la que tuvo que sacar a rastras a una vecina de un hórreo, cuando fue enviado a un domicilio con la Guardia Civil en el que fueron recibidos a pedradas porque la mujer no quería asistencia sanitaria, el rescate de un obrero accidentado en un tejado o la atención al piloto de una avioneta que aterrizó de forma forzosa en Santianes y que pese a lo aparatoso del accidente salió ileso.
Durante estos años también hubo cambios en el consultorio y en el método de trabajo. En el primero, unas obras transformaron parte del edificio en un albergue de peregrinos. «La consulta ya no puede expandirse, pero el albergue le viene muy bien al pueblo, es una fuente de turismo», señaló.
En cuanto al sistema de trabajo, recordó la incorporación del ordenador y de la cita previa telefónica, una medida que no fue del todo bien recibida. «Al principio el pueblo no la quería, cada uno llegaba a la hora que le venía bien y cogía el número en la sala de espera, no era un método incómodo para la gente y tampoco para mí; hasta yo era reacio a la cita previa y a día de hoy todavía no sé si ha sido un avance», comentó entre risas.
Bayón recibió como recuerdo de su trayectoria en Sariego y agradecimiento a su trabajo una placa conmemorativa entregada por el alcalde, Saúl Bastián, y un reloj, regalo de las personas que acudieron a la despedida. «Prometo volver de visita», garantizó.
