La Consejería de Educación que dirige Lydia Espina ha multiplicado por nueve el número de alumnos de 1º de Primaria identificados como de altas capacidades. Una cifra que supone en 4,2% del total matriculado y que sitúa a Asturias a la cabeza nacional, cuya media el curso pasado era del 0,2%. El dato resulta más que llamativo y responde a una estrategia pionera de la Consejería con la que se busca identificar alumnos con este potencial para, como declara la consejera, «poder ofrecer una respuesta educativa que garantice su desarrollo, pero para eso es fundamental tenerlos identificados».
Esta iniciativa, que hace de Asturias un referente ya que supone la primera de España, ha sido calificada por Espina como «un éxito rotundo». Una estrategia que responde al foco que la Consejería que ella dirige ha puesto en la atención a a la diversidad. «La parte más importante de toda la política de la Consejería de Educación y en la que hemos puesto el alma y el corazón es la atención a la diversidad» declara la consejera, «y este alumnado está dentro, y había que reforzarlo porque era una grandísima necesidad». Una iniciativa por la que el Principado recibió un premio y que, como asegura Espina, «ese premio da respuesta a las necesidades compartidas de las asociaciones, de las familias de altas capacidades, de orientadores y educadores».
Así y gracias a la puesta en marcha de esta estrategia, se ha podido detectar un amplio número de mujeres con altas capacidades en ese grupo de estudio. Suponen el 48% del total y, más incluso que el porcentaje, es importante señalar que hasta el momento los casos de alumnas con altas capacidades presentaban serias dificultades para ser detectados ya que, tal y como asegura la consejera, resulta más difícil con los procedimientos ordinarios.
El proceso de detección de altas capacidades en Asturias
Esta estrategia de detección se puso en marcha durante el primer trimestre del pasado curso con el reparto de 6.297 cuestionarios que fueron cumplimentados por los 273 tutores de centros escolares públicos y concertados del Principado. Gracias a esos test, se detectó que 637 alumnos presentaban indicios suficientes para ser sometidos a una evaluación psicopedagógica mientras que otros 308 presentaron características que, si bien se identificaban con altas capacidades, no eran suficientes para continuar con el procedimiento. Así y del total, 280 alumnos han resultado contar con ellas y, de forma automática, pasan a estar registrados como alumnado de necesidades específicas de apoyo educativo. Una calificación que les permitirá acceder a alguna de las tres medidas con as que cuenta el sistema educativo asturiano: enriquecimiento curricular, ampliación de contenidos y flexibilización.
Pero además de estos alumnos, hay un total de 665 más a los que se realizará un seguimiento durante el próximo curso. Son todos esos estudiantes que formaron parte de la prueba inicial además de más de 350 que no pudieron ser confirmados con la evaluación psicológica.
