Pasaba un cuarto de hora de las seis de la tarde del Viernes Santo cuando los tambores anunciaron la salida de la imagen del Cristo de la Piedad en Lugones. Se trata de uno los momentos más esperados por los feligreses de esta celebración de la Semana Santa, entre las más jóvenes de la región. Por tercer año se procesiona con la imagen del Cristo Yacente portado por 16 costaleros de la Cofradía local. Costaleros que estrenaban hábito.
Al paso marcado por el capataz, Raúl Milán, realizaron la marcha por las cercanías del templo.En las calles se concentraron muchos vecinos, que no quisieron perderse el paso de la imagen. Tras el Cristo, componentes de la Cofradía Cristo de la Piedad y Virgen de la Soledad, con gran presencia de gente joven. Tras casi una hora de procesión, la imagen regresó al templo seguida de la comitiva de autoridades, que encabezada el alcalde de Siero, Eduardo Martínez Llosa y presidía el párroco Joaquín Serrano.
La celebración del Viernes Santo en Lugones se completó con la procesión del silencio de la Virgen de la Soledad, portada por ocho mujeres. Las velas de los feligreses marcaban el camino de la procesión en la que, nuevamente, el silencio se rompió con la salve que se cantó a la Virgen antes de su regreso al templo.
Con el Vía Crucis, desde la capilla de Nuestra Señora del Buen Suceso hasta el templo parroquial de San Félix, se abrieron los actos de celebración del Viernes Santo en la localidad sierense.
Lugones consolida esta celebración en el calendario de la Semana Santa de la región en la que año a año va contando con más seguidores.
