Un plato de la abuela trasformado en pincho, piruleta de secreto, rollito de repollo, crujiente de sabadiego, mini tortos, mini hamburguesa, frixuelo relleno de carne, pastel de cebolla, una tosta muy marinera o incluso codorniz al otoño fueron algunas de las sugerentes propuestas que los diecinueve establecimientos de Noreña ofrecieron este fin de semana con motivo del IV Certamen de Pinchos por una de las capitales gastronómicas del Principado.
La ruta de pinchos la fueron diseñando los propios comensales que se animaron a participar en estas dos jornadas. «Es una forma diferente de conocer la cocina de Noreña y de poder salir en grupo con los amigos», reconocía Paula García.
El ir y venir de los comensales se pudo ver en la villa durante el viernes y el sábado, dando otro ambiente, totalmente diferente, a dos jornadas, casi veraniegas de otoño, en pleno mes de octubre.
El presidente de la Junta de Hostelería Local, Moisés Cuesta, se mostraba satisfecho con la acogida de este certamen. «Nos están llegando felicitaciones, no esperábamos que tuviese tan buena acogida a pesar de los tiempos que estamos viviendo», explica. «Este año la gente destaca la variedad y la elaboración de las propuestas», puntualiza.
García reconoce que el festival de rock no tuvo la acogida esperada, pero tiene claro que el certamen de pinchos se va a convertir en una cita del calendario gastronómico de Noreña para el último fin de semana de octubre.