Se jubiló Gerardo López después de 35 años como Policía Local

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photo_camera Gerardo López.

Gerardo López entró en el Ayuntamiento de Cangas de Onís en 1985, como operario del servicio de limpieza, cuando aún lo desempeñaba directamente el Consistorio y tres años después, en 1988 entró a formar parte de la plantilla de la Policía Local, «me acuerdo perfectamente del primer servicio porque aquel día fue cuando asesinaron a Paco Cadenaba, el hermano de Güitu». Aquella muerte violenta, el apuñalamiento en el túnel y el atraco a la sucursal del Liberbank, que terminó con el suicidio de uno de los dos asaltantes, han sido seguramente los momentos más complicados como Policía Local de Gerardo, que ahora se despide como jefe, puesto que ocupa desde 2019, cuando cogió el testigo de su hermano, Juan Luis López, “el cabu”, porque ambos hermanos compartieron profesión y desempeño como policías en Cangas de Onís durante décadas.

La Policía Local canguesa de hoy se parece poco a la de finales de los ochenta, cuando patrullaban en un “cuatro latas” (Renault 4); «ahora tenemos una comisaría como dios manda, fuimos la segunda policía de Asturias en contar con pistola Taser, se cambia el coche cada cuatro años... Nada que ver con lo que era este servicio hace unos años», apunta  López, que cierra estos días los últimos flecos ya prácticamente jubilado y pensando en lo que hará a partir de ahora, como transformar en un libro la tesis doctoral que tiene prácticamente terminada, pero que aparcó por desencuentros con el catedrático que tenía de tutor; porque otra de las cosas que hizo Gerardo en estos años de Policía, fue licenciarse en Filosofìa e Historia.