Roge García Rama: «Con la avispa asiática, no es suficiente matar nidos sin parar»

Este ya experto en avispa asiática calcula que retirará 300 nidos esta temporada
Roge García Rama posando con uno de los nidos que ha retirado.
photo_camera Roge García Rama posando con uno de los nidos que ha retirado.

Desde hace cuatro años, Roge García Rama trabaja para los Ayuntamientos de Cangas de Onís y Onís retirando nidos de avispa asiática. Una labor a la que no llegó por casualidad pero que, tras tantos nidos, le ha permitido conocer a fondo este insecto que amenaza seriamente a las abejas y, por tanto, a la naturaleza. «No sé si está en manos de las consejerías o de los expertos», comenta preocupado, «pero quizás habría que ver con apicultores, con gente que los retira y con quienes sepan otras soluciones».

Retirar nidos y matarlas sin parar no es suficiente para frenarlas. Es imprescindible hacer más

«He abierto cientos», cuenta a El Fielato frente a uno de más de 12 kilos, «para conocerlas mejor pero, también, porque es increíble lo que son capaces de hacer, son auténticas ingenieras». En el transcurso de esta entrevista, que puedes ver en detalle en el vídeo, no solo nos muestra cómo es uno de ellos por dentro. También explica cómo es el proceso de creación de nidos de la reina de velutina desde que llega la primavera, momento en el que crea el nido embrionario, hasta el clásico nido secundario de gran tamaño que suelen suspender de los árboles. 

A pesar de que su labor consiste en retirar estos nidos, Roge no oculta su preocupación. «En lo que va de temporada, ya he retirado más de 100 nidos... pero es que, para cuando acabe, serán más de 300», declara. Lejos de ser un número que vaya a menos, la avispa asiática gana terreno año tras año. Una expansión que preocupa en el medio rural especialmente y no solo a los apicultores. «El problema de los nidos secundarios y de algunos de los terciarios es que los hacen en zonas que son accesibles para las personas», nos cuenta.

La velutina es agresiva y su veneno tóxico. Cada vez hay que tener más cuidado incluso para dar un paseo por el monte

Añadido, hay que valorar otra complicación más en su correcta retirada: un término en el que Roge insiste mucho. «Para retirar bien un nido de avispa asiática, hay que hacerlo de noche», comenta, «la velutina no vuelva de noche y es el único momento del día en el que puedes encontrarlas a todas dentro». Algo que no suele suceder «como es normal» cuando los nidos los retiran los bomberos que, como dice García Rama, «van de día o cuando pueden».

El jarabe de las trampas, clave para erradicar la velutina sin dañar otros insectos

Aunque es habitual centrar los esfuerzos del trampeo en febrero, momento en el que las reinas de este insecto salen de su escondite invernal para realizar el nido embrionario, lo cierto es que el otoño es un momento crucial. «En esta época del año es fundamental hacer trampas», nos cuenta Roge frente a un nido de más de 12 kilos que ha retirado en las inmediaciones de La Robellada.

En otoño, la reina abandona el nido y al resto de avispas para refugiarse, por eso es un momento crucial para erradicarlas

Los números respaldan la importancia del trampeo de otoño. «En un nido como este, que puede tener entre 1.200 y 1.500 avispas», declara, «puede haber en torno a 150 reinas, y 150 oportunidades de que haya un nuevo nido». Una razón de peso para aprovechar el mes de octubre y el comienzo de noviembre para colocar trampas que ayuden a frenar la expansión que, hoy por hoy, tiene la velutina en Asturias.

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Detalle del interior de un nido de avispa asiática

«La clave para un trampeo efectivo es el jarabe», comenta Roge quien insiste en la mezcla ideal para ello que consiste en litro y medio de agua, medio kilo de azúcar, una pastilla de 25 gramos de levadura de panadería y, sobre todo, antelación. «Para que el jarabe llame la atención solo de la velutina, tiene que fermentar la levadura que le da un olor ácido», nos cuenta, «por eso, lo ideal es prepararlo 24 horas antes de colocar las trampas, porque con ese olor ni abejas ni abejorros entrarán en la trampa que se puede hacer con una simple botella de plástico, y dos agujeros enfrentados de 8 milímetros de diámetro».

Insecticidas y perdigones con veneno, los aliados para combatir la avispa asiática 

Este insecto lleva ventaja ya que su capacidad de adaptación para hacer sus nidos es extraordinaria. Y, especialmente en el caso de los secundarios, la complicación añadida es que suelen hacerlos en altura. «Los nidos que yo retiro envenenándolos con spray desaparece por completo», nos cuenta, «sin embargo, los que están en los árboles son otro cantar». Y es que para poder atacar a estos nidos en altura, Roge utiliza una carabina con unos balines que portan una cavidad en la que él aplica un veneno.

Hay nidos de este tamaño que he tenido que disparar hasta tres veces, cada una de ellas con varios disparos

La complejidad de los disparos de veneno, nos cuenta Roge, es que estos tóxicos también tienen caducidad en el tiempo. «Yo puedo disparar hoy pero las avispas están naciendo todos los días, por lo que muchas de ellas nacen cuando el veneno ya no es efectivo», comenta, «y eso significa que el nido sigue activo». El solo hecho de que existan estos balines especialmente preparados para envenenar avispa velutina nos da una pista de la importancia de combatirla.