El retraso en la campaña de vacunación frente a la lengua azul ha provocado que la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) solicite a la Consejería de Medio Rural y Política Agraria que los ganaderos puedan realizar la campaña a través de los veterinarios clínicos de cada explotación y que sea la Consejería la que asuma el coste de este profesional y de la vacuna.
Para ASAJA, esta demora en la vacunación está generando importantes sobrecostes en las explotaciones ganaderas, que se ven obligadas a adquirir forrajes para alimentar al ganado a falta de poder trasladar sus cabañas a los pastos, como suele hacerse con el comienzo del mes de abril.
Y no solo eso. Para poder paliar el retraso, que según ASAJA responde a «la falta de previsión e improvisación de la Consejería de Medio Rural y Política Agraria a la hora de planificar la campaña y dotarse de suficientes vacunas y efectivos para realizarla», son muchos los ganaderos que están solicitando a veterinarios clínicos que vacunen a sus animales. Algo que supone otro sobrecoste más para las ganaderías, ya que el gasto lo tienen que asumir sus titulares.
ASAJA también pone el foco en el hecho de que la Consejería estableció una campaña gratuita en los primeros cinco meses de 2024 y que, a partir de mayo, solo permitirá el movimiento hacia zona libre de ganado procedente de explotaciones que tengan completa la pauta vacunal. Una restricción que, dados los tiempos que se manejan, podrían inmovilizar buena parte de la cabaña de ovino y bovino de Asturias de no agilizarse la campaña.
