Caja Rural de Asturias ha inaugurado su primera oficina fuera del Principado en Cabezón de la Sal. Una apertura a la que seguirán, a lo largo del último trimestre del año, dos más en Torrelavega y Santander. La decisión de la entidad financiera de expandirse responde, en gran medida, a la similitud de identidades entre los clientes de Caja Rural de Asturias y Cantabria. Para Antonio Romero, director general de Caja Rural de Asturias, las razones de esta apertura en la comunidad vecina parten de «nuestra experiencia contrastada en ofrecer servicios financieros a sectores como el primario y servicios, así como en ejercer una banca de proximidad que muchos clientes de la zona demandaban».
Queremos estar donde nuestros clientes quieren que estemos con la intención de ser parte de la solución a los problemas, y colaborar en beneficio de la actividad económica del territorio en el que operamos.
Esta nueva oficina, la número 115 de Caja Rural de Asturias y situada en la Avenida de Cantabria 24, cuenta con un equipo de cuatro personas que ofrecerán servicio presencial y diario. En su dirección estará David Flórez, profesional con amplia experiencia en el sector financiero y conocedor del municipio. Su apertura responde a la intención de aportar al público del municipio las sinergias propias de su más de medio siglo de trayectoria como Banca Cooperativa. «La intención es aportar al municipio de Cabezón de la Sal nuestro modelo cercano y de proximidad en la gestión financiera», declaraba Jesús Bello, director de zona de Caja Rural de Asturias.
Sin olvidarnos nunca del sector agrícola y ganadero, queremos dar un servicio diferenciado a sectores empresariales como las pymes, el comercio y los autónomos.
Como sucediera en la última inauguración de la oficina que Caja Rural de Asturias abrió recientemente en Cabrales, la nueva de Cabezón de la Sal también cuenta con el certificado de sostenibilidad español VERDE que gestiona Green Building Council España (GBCe) y que garantiza la aplicación de los más altos estándares medioambientales. Con este nuevo modelo, Caja Rural de Asturias no solo reduce al máximo su consumo energético. También prioriza el uso de materiales respetuosos con el entorno además de optimizar el consumo de agua.
