OPINIÓN

Marquesina de Villanueva de Cangas

Es una auténtica vergüenza que en el pueblo más importante de la Comarca -el único que acoge un Parador Nacional y una joya como el Monasterio de San Pedro de Villanueva- no exista una triste marquesina para resguardarse de las inclemencias meteoroló

 

En tiempos de Alfredo García al frente de la Alcaldía de Cangas de Onís, y no recuerdo si de Millán en el Ayuntamiento de Parres, transmitía desde este púlpito la imperiosa necesidad de instalar una marquesina en La Vega de los Caseros (Parres), que también daría cobijo a los vecinos de Villanueva de Cangas de Onís. Pero no hay mayor sordo que quien no quiere oír. Ambos ayuntamientos se hicieron los suecos y hoy, unos 4 años después, los vecinos han tenido que salir a la calle para reivindicar una pequeña inversión que es de justicia. De poco les han servido las firmas que recogían hace dos años.

Conozco en primera persona la problemática. No es la primera vez que mis padres llegan a casa pingando después de estar esperando el autobús en Villanueva para regresar a Arriondas. Y, al paso que va la burra, me imagino que tampoco será la última. Entretanto, en Parres y Cangas de Onís se hacen los longuis. ¡Y la solución no puede ser más sencilla! En pocos pueblos habrá tantas zonas para instalar una marquesina. Frente al antiguo bar, en una de las isletas de acceso al parador... Además, podría ser sufragada a pachas por ambos concejos.

Es una auténtica vergüenza que en el pueblo más importante de la Comarca -el único que acoge un Parador Nacional y una joya como el Monasterio de San Pedro de Villanueva- no exista una triste marquesina para resguardarse de las inclemencias meteorológicas. Olvidemos a los pobres niños -alrededor de una decena- que llegan al colegio pingando o al resto de vecinos como mis padres, que pagan los mismos impuestos que cualquier otro residente en el concejo de Parres y Cangas y no reciben los mismos servicios. Centrémonos en los turistas, ya que los lugareños contamos poco. ¿Ofrecemos una buena imagen cuando obligamos a nuestros visitantes a soportar la lluvia a la intemperie mientras esperan el autobús? Sonrojante.