¿Desaparecerá la fabada asturiana? Estos son los motivos por los que está "en peligro de extinción"

Diversos expertos gastronómicos afirman que el plato más emblemático de Asturias puede desaparecer de las mesas
Fabada asturiana
photo_camera Fabada asturiana

¿Está la fabada asturiana en peligro de extinción? Hay diversos indicadores que apuntan a una desaparición inminente de este plato típico asturiano que tanto interés y atención suscita a nivel local, nacional y hasta internacional. Hay diversos factores y causas que explican la caída en picado de este producto tan amado y emblemático de Asturias.

Este dato puede suponer una mala noticia para aquellos que disfruten de la verdadera experiencia culinaria que supone comer una fabada y aunque alguien no disfrute precisamente de la degustación de este plato tan popular, también puede llegar a suponer un auténtico batacazo al aproximarse la reducción paulatina de uno de los elementos más representativos de la gastronomía asturiana.

Respecto a los motivos o al origen de este peligro de extinción, no hay un único factor que explique esta triste situación. Sectores como el Ministerio de Pesca y Alimentación y expertos culinarios han afirmado el menor consumo de legumbres en las dos últimas décadas; algo que explicaría la progresiva desaparición de este plato, al contener la faba (una legumbre) como ingrediente principal. 

Fabada asturiana
Fabada asturiana

Este descenso también puede expresarse en datos numéricos y es que según la Asociación Internacional de Protección del Patrimonio Gastronómico, el consumo de legumbres ha disminuido en un 50% durante los últimos 20 años. Esta misma organización culinaria afirma que hasta un 70% de los platos cuyas recetas se han transmitido de generación en generación (dentro de los cuales entra la fabada asturiana) se encuentran en riesgo de desaparición.

Motivos que explican esta desaparición

Estos porcentajes resultan devastadores, sobre todo, para la identidad asturiana que observa cómo se acerca la pérdida de uno de sus sellos y símbolos más importantes. Hay diversas figuras relacionadas con el panorama gastronómico que también han querido exponer su perspectiva y estudios relacionados con esta problemática. Tanto es así que la historiadora culinaria, Ana Vega, la consultora gastronómica, Ana Belén González y el presidente de la Academia Iberoamericana de Gastronomía, Rafael Ansón señalan que los motivos principales de esta reducción de elaboración y, por consecuencia, de consumo son los cambios sociales y culturales. Entre ellos, destacan la inserción de la mujer en el mundo laboral, la falta de tiempo libre para cocinar y la menor ingesta calórica que sucede en la actualidad.

Entrando más en detalle en estas razones para poder así, profundizar en las causas intrínsecas de esta progresiva desaparición, se puede destacar que en la incorporación de la mujer al mercado laboral, se puede encontrar un motivo más que evidente. Al fin y al cabo, antes las mujeres se dedicaban, en su gran mayoría, a las tareas del hogar, entre las cuales se incluía la cocina. Por ello, el hábito de cocinar a fuego lento, una deliciosa fabada para la unidad familiar estaba mucho más presente en generaciones pasadas.

Respecto a la falta de tiempo que también mencionaban las anteriores figuras expertas del  panorama culinaria, se puede resaltar que la vida tan frenética, acelerada en la que destacan otro tipo de prioridades explica la aparición de este fenómeno. Hay menos tiempo para cocinar platos que requieren una gran laboriosidad, como es el caso de la fabada, optando por consumir, cada vez, más platos precocinados.

Fabada asturiana
Fabada asturiana

El menor gasto calórico que se está aplicando en la alimentación actual es otro de los elementos más significativos. La avalancha de la cultura de las dietas y el aumento de la vida deportiva se ha hecho, en gran medida, incompatible con la ingesta de un plato más elevado en calorías como la fabada. Por otro lado, el cambio en el tipo de actividades laborales también ha influido en gran medida; anteriormente, existía un tipo de trabajo que requería mayor esfuerzo físico para el que se necesitaba el consumo de alimentos más calóricos para poder afrontar jornadas más largas y físicas. Ahora, sin embargo, los trabajos de oficina, más sedentarios y la reciente aparición del trabajo no  precisan de platos tan contundentes como una fabada.

Por último, el cambio en la forma de obtención de los ingredientes ha condicionado y perjudicado este hecho. En el pasado, el mayor contacto con productos ecológicos, provenientes del campo, como la faba, facilitaba la elaboración de los platos caseros. Ahora estos ingredientes tradicionales son más difíciles de conseguir.

En definitiva, esta noticia pone de manifiesto cómo las transformaciones en el modo de vida social y cultural pueden llegar a afectar la supervivencia de uno de los platos más importantes de la cocina asturiana. Por ello, tiene que haber una conciencia social para fomentar la reactivación de los productos típicos regionales y para evitar que aquellas recetas que se han mantenido vivas de generación en generación no caigan en el olvido.