La respuesta del Principado ante la noticia de que la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica que asoló el campo asturiano en los últimos meses fue fruto de un acto criminal es contundente. El Ejecutivo asturiano podría personarse en la causa contra los ganaderos cántabros responsables de introducir el mosquito causante de dicha enfermedad en la cornisa cantábrica.
«Hay que dejar que la justicia funciones», declaraba el consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Líndez, refiriéndose a la "Operación Rumia" puesta en marcha por la Guardia Civil y que se ha saldado con la detención de tres hombres, dos ganaderos y un transportista, de Liérganes (Cantabria).
La investigación emprendida por las fuerzas del orden les culpa a ellos de haber introducido dicha enfermedad, primero en Cantabria y después en toda la cornisa, al haber traído desde Cáceres -zona en la que el mosquito causante de esta enfermedad está activo- 200 reses sin contar con la documentación de este ganado y sin notificar su entrada en la comunidad autónoma.
Para Marcos Líndez este hecho evidencia «la insensatez de las personas que han contribuido a ello». «Lo razonable es dejar que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado sigan trabajando y, cuando llegue el momento, tomaremos una decisión al respecto», declaró en referencia a la posibilidad de que el Principado se una a la causa penal contra los detenidos.
Además y en la misma comparecencia, realizada durante la subasta de la Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno de la Raza Asturiana de la Montaña (Aseamo) el pasado domingo en Cangas de Onís, Marcos Líndez anunció que el Ministerio trabaja ya en una vacuna que permita paliar los efectos del mosquito causante de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, aunque no estará lista para esta temporada en la que se espera que, con el aumento de temperaturas, el mosquito vuelva a estar activo.
Una situación que ya se contempla en los presupuestos autonómicos, que incluyen una partida para «tratar de mitigar» los efectos que pueda tener la enfermedad.
